sábado, 29 de abril de 2023

Delicias de Medio Oriente

 Llegamos al hotel, donde fuimos recibidas por una gran sonrisa y amabilidad, pero también por unas toallas tamaño XS. Son para un standard de 45 kg, cosa que es más que evidente que nosotras no entramos ni en el standard ni en las toallas.

Así que paso siguiente fue darle una propina a la housekeeper para que nos traiga veinte más.

Los primeros días fueron de tour gastronómico con sobrina Petit. Shawarma, falafel, hummus, babaganoush, pescados que jamás habíamos oído nombrar, mariscos, lo que quieras, ahí te lo ponen en la mesa con ochocientos platitos de acompañamiento. A cada cual más rico. Rico y salado.

Para bajar eso caminábamos 12 km diarios, aunque lo más probable es que volvamos a casa rodando.

Todo en Israel es muy caro. Muy caro. Pero muy caro. Lo que nos sobre en kgs se compensará con la delgadez extrema de nuestra billetera.

No solo comimos en Israel. También volvimos a nuestra infancia con la señorita Elena, nuestra maestra de primer grado, que fue como si hubiésemos estado en contacto durante estos últimos 51 años desde que egresamos de su aula. Un reencuentro feliz.

Decidimos con Petit, alquilar un auto e ir a Akko, al norte del país.

Levantamos el auto de la agencia y arrancamos. Arrancamos nosotras que manejábamos, sobrina hacía de copiloto.

Para alguien que aprendió a manejar a los 56, te diremos, que hemos aprobado con un excelente sobresaliente, felicitaciones tiene un 10.

Manejar en Israel, es como tratar de cruzar caminando, Libertador en hora pico con el semáforo roto.

Mucho auto, mucha impaciencia, mucha bocina, mucha velocidad y mucha puteada. O sea, como en casa pero en hebreo.

El israelí no te respeta las señales, las velocidades máximas, los radares de la misma, las reglas básicas de conducción. Te pasa por la derecha aunque vos estés en el carril de la derecha. Para resumir, el israelí no te respeta. Viven a mil y te apuran diciendo yalla, yalla, cuando vos te demorás un segundo.

Suponemos que tiene su lógica, si te ponés en su lugar y no sabés si mañana te cae un misil y te mata. Si vamos a ser honestas, creemos que del otro lado de la frontera debe ser igual…

En conclusión, la analogía sería New York. If I can make it there I’ll make it anywhere. Si manejamos acá, podemos manejar un bulldozer por la General Paz.

Otra cosa que tienen los israelíes es que los días empiezan cuando sale la primera estrella, por ende los festejos del día de la independencia comenzaron alrededor de las 8 de la noche cuando vos, después de haber pateado todo el día, ya no tenés fuerzas para dar un paso más y te perdés lo mejor.

Deberíamos proponerles que todo se abra desde las 20 hs y se duerma de día. Total, que si pudieron sacar agua del desierto, podrían hacer salir el sol de noche para aprovechar la playa.

Ayer tomamos excursión al Mar Muerto. Nos dijeron, 6:40 a.m es la recogida en el hotel. Por supuesto llegaron a las 7. En el camino, nos prometieron una parada para desayunar, pero en el medio cambiaron de opinión, dejándonos a todos famélicos hasta las 9, que arribamos al punto más bajo de la Tierra. Luego nos daríamos cuenta que es una práctica común entre los guías de turismo. Mentir.

Los que habíamos tomado la excursión día de relajación y spa en el Mar Muerto, éramos 4. 

¿Vos que suponés si te venden relajación y spa? Bueno, olvidate. Nos tiraron en un parador desértico del lado jordano, y solo nos dijeron, a las 15:20 los venimos a buscar. 

De spa no tenía nada, y de relajación menos. Lleno de jordanos aprovechando antes de que llegaran los turistas, y luego lleno de turistas mientras los jordanos hacían asado a la jordana. 

A las 9:30 am apareció el “dj “ y puso música al volumen de una rave.

Cuatro canciones que se repetían constantemente. Nosotros le pedíamos por favor que la bajara un toque, y venía un joven de la zona y le decía, algo así como : ehhhh! Subila!, pero en jordano.

Cabe aclarar, que los únicos jóvenes eran ese chico y las tres nenas que lo acompañaban, y luego seguíamos, en orden ascendente, los italianos, la polaca, nosotras, y el resto del turismo geriátrico.

Decidimos que ya que estábamos ahí, probaríamos las delicias de entrar al mar en el que sólo podés flotar por la cantidad de sal existente.

Si pensás que vas a ver un pez, no te olvides que por algo se llama el Mar Muerto. Sólo sal.

Entramos, flotamos cinco minutos, quisimos bajar las piernas para pararnos, y en ese instante comenzó nuestro calvario.

Imposible. Ahí no existe la gravedad, y no podíamos lograr que nuestras piernas siquiera, bajaran unos milímetros. Pensamos, quizás si nos giramos, lo logremos. Error. Empezamos a dar vueltas como pollo al spiedo de tamaño XL.

Comenzamos a desesperarnos, y por supuesto, muy digno pensamiento de vuestra servidora, nos dijimos: vamos a morir en este puto mar como ballena encallada. Al grito de free Willy logramos pararnos, para salir presurosas de esa trampa mortal. 

Spoiler alert! Si tenés hemorroides no entres al mar muerto porque el tujes te va a arder de lo lindo.

Nos sentamos con nuestros nuevos amigos a charlar y concluímos entre todos, que ese tour era una porquería. Y todavía nos faltaban 5 horas y media para la recogida. Bien dicho, la agencia nos había re-cogido.

Durante ese tiempo nos hicimos como hermanos, cosa que seguramente con el correr de los días nos olvidemos.

La polaca, después de cinco cervezas, quería que viajáramos juntas. Una divina total. 

Llegó nuestro guía a las 15:15 para decirnos, que en vez de a las y 20, saldríamos a las 15:40. ¡Dios por favor no nos tortures más que ninguno le hizo mal a nadie!, pensábamos los cuatro sufrientes.

Subimos al mini bus y tras una hora de viaje, explota un neumático. El chofer, terco como un israelí, decide seguir porque le quedaban cinco ruedas más. Bueno, a los dos minutos ya nos quedaban cuatro, tras el reventón de la segunda. Paramos al costado de la autopista, sin valiza, por lo que explicamos más arriba, de la falta de respeto a las leyes de tránsito y a la vida misma, mientras los bondis nos pasaban rozando a 150 km x hora. Nos encomendamos a Raquel y Enrique y nos pusimos a rezar.

Long story short, 9 de nosotros fuimos rescatados por otro minibus de otra excursión, con un chofer muy malhumorado por haber tenido que cambiar su itinerario inexistente.

No todo son quejas, Israel es un crisol de razas y costumbres únicas en el mundo y los atardeceres en el Mediterráneo son maravillosos.

El 1º de mayo, saldremos con sobrina hacia Eilat y Petra y esperemos tener la mejor experiencia de nuestras vidas.


Soysola = 10 Conductores israelíes = 0



jueves, 20 de abril de 2023

Holy Land…ing

 Alejandra ¿va a llover? Esta vez lo pensamos, no lo verbalizamos. 
Alejandra es nuestra nueva Daniel. Cambio de país, cambio de Daniel.
Si bien ya nos conoce bastante, no está preparada aún para nuestro ritual de preembarque.
Llegamos a Carrasco Airport y comenzó la dosificación de pasta. No la pasta de pasta o poio, ni la dental, si no la recetada por Pablo.
Estábamos mucho más ansiosas que de costumbre por varios motivos. El primero fue el cambio de aeropuerto y horario de vuelo, cosa que hizo que todas nuestras cábalas pre vuelo, se fueran al carajo. Por lo pronto el primer Rivo fue a las 6:30 am, absolutamente inusual, que descompaginó el ritmo habitual de la toma desde Belgrano a Ezeiza. Acá no te sabíamos calcular cuántos desde Punta del Este a Carrasco.
Segundo. ¿Cuántos rezos del viajero nos correspondían hasta las 13 hs? Es bien sabido por todo el mundo que nosotras para las matemáticas no servimos. Así que hicimos un estimativo a ojo y rezamos demás por las dudas.
Tercero y último, viajábamos por primera vez, huérfanas de toda orfandad. Muy raro viajar sin pensar en que te van a llamar para que te vuelvas a los pedos.
Ya sentadas en el vip de Iberia, totalmente desconcertadas, cómo ya dijimos anteriormente, sobre cuántos sublinguales correspondían, empezamos a darle, lo que podríamos concluir, como buen ritmo.
A las 12:10, hora del embarque, era de suponer que estaríamos bastante drogadas…pero no.
13 en punto, nos encomendamos a Dios, a Rujele y Enrique y despegamos. Y nosotras con el insomnio del siglo.
Llegó la comida y seguíamos despiertas. Tomamos un poquito de vino para ayudar a los 8  Rivotriles de 0,25  más el de 0,50  y la quetiapina, y nada ché.
Miramos una película bastante mala con Tom Hanks, Rivotril fílmico,  y finalmente nos dormimos. Por un rato nomás…porque el señor que estaba detrás nuestro, tenía el baile San Vito. Que me levanto, que me siento, que camino hacia adelante, que vuelvo para atrás, que le hablo a la azafata, que le hablo a mi mujer, que me vuelvo a sentar y me vuelvo a parar. Así las 13 horas 5 minutos que duró el vuelo. 
Durante los lapsos que el señor lograba estar quieto, el que no estaba quieto era el avión. Es de público conocimiento que Brasil tiene algún problema con nosotras, y hasta que no terminamos de recorrerlo desde Florianópolis hasta Fortaleza, no dejó que voláramos confortablemente. Ahora nos damos cuenta que el señor se quedaba quieto porque estaba el cartel de abrocharse el cinturón…
Ya aterrizadas en Madrid los putos Rivotriles empezaron a hacer efecto. ¿Ahora la p que los parió? ¿Ahora que no podemos dormirnos porque no podemos perder la conexión a Tel Aviv?
Cual La Naranja Mecánica, hicimos cualquier cosa para mantenernos despiertas.
Algo que definitivamente surtió efecto, fue pasar, previo al embarque, por la seguridad israelí. 
¿A qué va a Tel Aviv? Diga los nombres de todas las personas que conoce allá .Y vos empezás a tartamudear y te olvidás hasta del apellido de tu sobrina.
¿A qué se dedica? ¿Visitó algún país limítrofe a Israel? Y te cagás en las patas cuando tenés que decirle que vas a cruzar a Petra. ¿Para qué va a Jordania? Porque somos cultas, tenés ganas de responder, pero reculás, porque la seguridad israelí no está para chistes. ¿Tiene relación con alguna persona de los países lindantes? Y de repente estás rezando para que no miren Facebook y vean que tenemos miles de contactos cerámicos de los países del Medio Oriente.
¿Quien hizo su valija? ¿Y su carry on viajó con usted? ¿Lo perdió de vista en algún momento? 
No quisimos explicarle que no habíamos llevado el carry on al baño, porque nos parecía too much.
Por 10 o 15 minutos nos sentimos Bin Laden, pero eso sí, que viajamos seguras, viajamos seguras.
Al fin, tras 22 horas de viaje, llegamos al aeropuerto Tel Aviv, no besamos el suelo por el Covid, y enfilamos hacia el hotel con las toallas más chicas del mundo (récord Guinness).
Pero eso, es historia para otro día.
Soysola 1 - Rivotril 0

miércoles, 12 de abril de 2023

Gris

Hay días, como hoy, grises, en los que te falta el sonido.
Hay otros, en los que el silencio es ensordecedor.
Después están esos, que te desesperan por el sinnúmero de pequeñas ausencias sonoras.
Pero todos los días, sin falta, se oye el murmullo de la luz. 
Salís; porque descubriste que lo que más te gusta en la vida, es manejar. 
Y en un día como hoy, donde los ruidos cotidianos gritan de dolor, te subís al auto y manejás sin rumbo.
No tenés a dónde ir. Sólo dejás que la inercia te lleve.
Tomás la avenida, girás en la rotonda.  Seguís derecho como si supieras a donde vas, pero no. 
Luego doblás a la derecha para volver a doblar una vez más. 
Das una vuelta, no reconocés nada. 
Seguís. Ahora girás a la izquierda. No sabés muy bien porqué, porque estás yendo sin mirar.
Tus ojos están fijos en la calzada. Podés hacerlo porque la ciudad está desierta. 
Estás sólo vos.
Ponés el guiño izquierdo, aún cuando no viene nadie detrás tuyo, ni adelante y girás.
De pronto, a lo lejos, ves la que fuera tu casa por cuarenta años. Parás. La mirás. Llorás.
Hay días como hoy, grises, en los que me faltan sus voces.

lunes, 3 de abril de 2023

Abrazos fantasmas

Hay días en los que el cuerpo duele. Hay dolores a los que me acostumbro y otros a los que no.
Los días comunes me duele la espalda. A veces se junta con el dolor de cintura y piernas si hay humedad. 
Pero en los días como hoy, me duelen los abrazos. Los especialistas los llaman dolores fantasmas.
Son los abrazos que me amputaron cuando ustedes se fueron.
Hoy duelen más que el resto de los días. Nunca creíste, por tu historia de vida, que ibas a celebrar los 90, pero yo, conociendo tu fortaleza creí que hoy festejaríamos juntos tus 100, rodeado de tus nietas  amadas y bisnietas, a las que hubieras adorado con locura.
Prefiero creer, que en algún lugar tranquilo, sin mucha fanfarria, estás soplando las velitas con mamá, tus padres y tus hermanos.
Hoy me llora el alma y me duelen los abrazos.