lunes, 29 de julio de 2013

Dame una vida y te devuelvo otra

Jugando al Candy Crush y a todos los demás juegos del Facebook, empecé a pensar en el significado de "dar vida".
Uno lo toma así a la ligera, esto de dame una vida que se me acabaron, que yo te doy otra para desbloquearte.
Qué queremos decir con eso? Buena pregunta Watson. ¿Significa que hoy por hoy somos dueños de la vida ajena? ¿Que si me das una vida, te pertenezco eternamente? Porque se empieza por una, y después se te convierte en costumbre y empezamos a dar vidas ilimitadamente. Mirá si voy a poder comprometerme con vos por el resto de mis días, si ni siquiera puedo tolerarme a mí misma por más de dos seguidos!
Y si te desbloqueo, qué? Qué me das a cambio ¿eh? La llave de la felicidad o la caja de Pandora? En cualquiera de los dos casos seguro es algo mejor que andar por la vida bloqueado.
Vamos pasando de nivel como quien no quiere la cosa y encima se lo refregamos al otro. Pasé al nivel 769!! Eeeaaapepe!! Y como si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos habría, le publicás en el muro al que supuestamente es tu amigo, tu victoria por sobre él. Además, como si pasar de nivel fuese tan fácil en la vida real!
Y seguimos regalando vidas y pidiéndolas a cambio. De pronto nos hemos convertido en amos y señores del resto de la humanidad Facebookiana, al mejor estilo Arnaldo André. Vendríamos a ser comunidades religiosas politeístas, porque todos somos dioses dadores de eso tan preciado llamado life. Pero el give life, viene acompañado de otras tantas gratificaciones. Porque como si fuese poco que te regalo una vida, te agrego caramelos, burbujas, tiempo extra o boosters, que ni siquiera sabemos qué significan. O sea, soy dios, el hada Patricia y el quiosquero del barrio, todo en uno.
Lo que no sucede aún, en el mundo virtual o real, es pedir una vida extra, y que te devuelvan la vida de otro.
Eso sí sería un problema...o no...qué se yo...vaya a saber...a lo mejor yo te doy una vida y vos me devolvés la de Jennifer Aniston. No me molestaría en absoluto, ya te lo aviso. Pero, si en cambio, me entregás la de Lilita Carrió, no sé si te seguiría considerando mi amigo. Ahora, si a cambio de desbloquearte, me entregás a George Clooney, te levanto un altar lleno de caramelos rayados, burbujas multicolores, 300 segundos extra por minuto y angry birds, que llegue hasta el nivel 245.768.999.999.
Entonces me pongo a pensar, que toda esta semana de laburo que tuvo el Papa, para inculcarle a la gente la fe, fue al mismísimo cuete, porque resulta que el que da la vida es nada más ni nada menos, que don Saga, a través de todos sus feligreses que vendríamos a ser los tarados que perdemos cientos de horas semanales jugando a ser dios.