Situación: librería de la vuelta de casa.Vamos a ponerle al sujeto L y a mi Y.
L:Hola, qué tal? Te puedo ayudar?
Y: Si, bah, supongo.
L: Qué andabas buscando?
Y: Eeeeeemmmmmmmm, eso que tenés ahí.
L: Eso qué? Esto? (Muestra una birome)
Y: No, ESO. Eso blanco, rectangular (hago rectángulo con los dedos en el aire), para guardar cartas!!!
L: Ah! Sobres!
Y: Siiiiiiii, eso!!! (saltando de alegría)
L: Algo más?
Y: Si, cómo se llaman esas carpetitas con ese coso que las agarra?
L: Querés carpetas con folios, sin, con solapa o con vaina?
Y: Con qué??? Quiero una, qué se yo, común con solapa, no sé, vos qué decís? Para qué sirve la solapa? Bueno, dale, dame con solapa.
A estas alturas el señor ya me miraba un poco raro, aún cuando yo seguía exultante de alegría porque me estaba entendiendo.
L: Alguna otra cosa?
Y: Sí, una goma de borrar (yessss, me acordé el nombre!!!) y un, un, un, un, eso que se usa para pasar por arriba de las letras y te lo deja blanco.
L: (casi fastidiado) Un lápiz corrector???
Y: Siiiiiiiiiiiiii!! Gracias!!
Antes de pagar, esbocé una semi disculpa al estilo Elizabeth, que sonó peor que si no hubiese dicho nada. ¿Sabés qué pasa? Tomo una medicación que hace que me olvide las palabras más comunes...
Es necesario describir la cara del librero?
Ya no sólo me olvido qué iba a buscar a la cocina, dónde dejé los anteojos o el teléfono. Ni que hablar del celular, la lista del super, los horarios de las citas que hice con medio mundo, porque obviamente no las anoto en la agenda y después tengo todo en el mismo horario y el mismo día. Obviamente también me olvido de anotar en el calendario gigante que cargué desde España, para colgar en la cocina.
Si te dije que ahora, cuando llegaba a casa me fijaba en la computadora lo que me pediste, lo más probable es que no sólo no recuerde mirar, sino que tampoco qué tenía que buscar.
Algunos me dicen que estoy un poco estresada, cosa que es factible, yo me inclino a pensar que es la edad. Así como apenas cumplí 40, me apareció la presbicia (soy bien de libro), pasados los 45, empecé a tener presbicia neuronal. O sea, mis neuronas no ven más allá de sus contornos.
Menos mal que en los 90´s veía la telenovela Nano, y alguna que otra seña aprendí. Temo que ése será mi lenguaje de aquí a los próximos 40 años.
Quién esté libre de senilidad precoz, que tire la primera piedra!
Blog dedicado a mí misma que siempre tiene que ver con lo que quiero. Más bien, con lo que quiero y no quiero. A veces quiero todo, otras no quiero nada y la mayoría de las veces no sé lo que quiero. Antes lo quería a George Clooney pero ya no. Encontrarás un apartado "viajes por el mundo para somosolos", en donde jamás ubicarás los mejores restaurantes, bares o monumentos históricos, debido a nuestra falta de orientación.Bienvenidos a la realidad paralela de Soysola y sus otros yos.