Tras un jueves medio extraño donde saludé por el día del amigo a medio mundo, faltando tres días para el festejo, me dí cuenta que algo andaba mal en mi cabeza. Y como si esto no fuese suficiente aviso de que algo no funca, hay días en los que te levantás de tan mal humor que decidís cosas que de otra manera no harías, o por lo menos, no harías intempestivamente.
Por ejemplo hoy.
Estamos amaneciendo muy tarde (siempre yo y mi otro yo), más bien diría que estamos mediodiestando. Que vendría a ser, estirar la siesta de la madrugada anterior hasta el mediodía del día siguiente.
¿Cuál es el incentivo de levantarse temprano en el post operatorio si no podés hacer nada?
La gente normal podría, pero nosotras no entramos en esa categoría. Éste es uno de los puntos en lo que siempre coincidimos yo y mi otro yo. Uno, que no somos gente normal, y dos, que no entendemos cómo es que existen humanos que se levanten por voluntad propia para hacer algo (trabajar, estudiar, mear) antes de las 10 de la madrugada. Qué le vamos a hacer, desmitifiquemos eso de que soy perfecta. Soy un muerciélago rubio, mis radares funcionan mejor de noche que de día. Soy la Draculina de Belgrano. O sea, que si me ven revoloteando por La Redonda una de estas noches, tengan piedad de mí y no llamen al desmurciegalizador o como se llame.
En épocas en las que no me cuelga panza con cicatriz dolorosa, puedo sacar una pata de la cama más temprano para trabajar, o como yo le digo, hacer lo que amo que no es trabajo. Pero en este largo casi mes de operada, que tengo prohibido levantar peso, es un sinsentido que desaproveche la cama. Hace tanto que no la uso para cosas más amenas, que por lo menos gasto el colchón durmiendo.
Cualquiera que me escuche decir que trabajo levantando peso, podría pensar que soy estibadora en el puerto, fisicolculturista, esquiladora de ovejas en la Patagonia, matarife en Mataderos o peón en el Mercado Central. Pero no, soy artista. La gente cree que los artistas no hacemos nada.Y déjenme decirles que es un trabajo de riesgo.
Levantamos paquetes de arcilla de 10 kilos cada uno, cargamos hornos con piezas chicas, medianas y grandes, que te revientan la espalda. Trabajamos con fuego y herramientas que a veces se transforman en armas mortales. En ocasiones hasta hacemos obras de ingeniería para montar las piezas en los salones.
Como dijo una vez mi amiga Marta, aunque ahora lo niega, en la próxima vida, puta antes que ceramista!
Y como siempre, me voy por las ramas....Porque si hay algo que me fue negado al nacer, y lo saben bien los que me conocen, es el poder de síntesis. No por nada, a los 3 años el portero de la otra cuadra del jardín de infantes me llamaba Piquito de Oro. ¿Me explico?
Volvamos a esta mañana en la que enloquecimos, y sin decir agua va, sacamos pasaje a París ida y vuelta, cobertura médica, turno en el consulado francés y en el RNR, Registro Nacional de Reincidencia y pedimos todo lo que corresponde al contador.
Resulta que para poder quedarme en Europa, por más de tres meses, haciendo la residencia de artista y una exposición, en la que además de representarme a mí misma, represento al arte argento, casi casi que soy tratada como delincuente común, y tengo que presentar declaración jurada hasta del color de bombacha que voy a usar el día de la inauguración. Todo esto, en tiempos en el que un señor como Ricardo Jaime está prófugo de la Justicia por corrupciones varias....curiosidades de la vida,no?
Vos tenés que presentar 500 papeles que acreditan que jamás robaste, mataste, estafaste, ni te enriqueciste ilícitamente, mientras otros andan por la vida siendo eximidos de prisión habiendo cagado a un país entero. Y bue, quizás debería haberme dedicado a la política en vez de al arte y hoy no tendría que estar justificándome ante nadie.
Así que heme aquí, a la espera de que, en mi certificado de buena conducta no aparezcan las rateadas del colegio, las puteadas a los colectiveros, las peleas con el service del lavarropas, y la deuda de 10 centavos que tengo con el kiosquero de al lado.
Ahora sólo queda empezar con el acopio de pastillajes varios para aplacar ansiedades aéreas, meterme de a ratos en el freezer para acostumbrarme al invierno de verdad, practicar mi francés e italiano y suplicarle a mi psiquiatra que se mude a Roma por 3 meses con toda su familia. ¿Qué va a hacer sin mi tanto tiempo?
Por lo tanto, digo: Bonjour París, ciao Roma e va fanculo Buenos Aires.
Blog dedicado a mí misma que siempre tiene que ver con lo que quiero. Más bien, con lo que quiero y no quiero. A veces quiero todo, otras no quiero nada y la mayoría de las veces no sé lo que quiero. Antes lo quería a George Clooney pero ya no. Encontrarás un apartado "viajes por el mundo para somosolos", en donde jamás ubicarás los mejores restaurantes, bares o monumentos históricos, debido a nuestra falta de orientación.Bienvenidos a la realidad paralela de Soysola y sus otros yos.