sábado, 7 de noviembre de 2015

Brodguei allá vamos

Jelou, jau ar iu? Empezamos a practicar nuestro inglés. Se viene una nueva aventura esta vez no en solitario.
Andamos llegando a la edad madura, y nos vamos de viaje de egresados. Estamos egresando de los 40. Se nos terminan. Todo lo bueno acaba pronto, dicen. No justamente para nosotras, que fue una etapa absolutamente olvidable. Nos dejaron, dejamos, nos dejaron, dejamos y así sucesivamente. Después nos convertimos en Soysola mucho gusto. Para qué andar desilusionando humanos, ¿no?
La gente te dice que los 40 son lo mejor, pero es mentira. ¡Tenés 40! ¡No tenés más 30! O sea, jamás puede ser lo mismo, y mucho menos puede ser mejor.
Pero ¿para qué hablar de los 40 si estamos a punto de entrar en los 50? La década dorada. ¿Dorada para quién? Para el Oscar nomás, que tiene mil años y sigue igual que cuando lo crearon.
Nosotras no estamos igual que cuando nos crearon. Tenemos cincuenta años más, la putamadrequeteremilparió. No es chiste. Son muchos.
Si antes nos costaba conseguir novio, imaginate ahora. Argentina elige, Soysola no tiene opción.
Hace unos años, mal que mal te la rebuscabas. Boliche, pub, playa. Ahora el recorrido de levante es geriátrico, plaza, cementerio.  Y te digo que así y todo está difícil. El que no está casado es gay, y el hetero que te queda, acaba de enviudar o tiene una colostomía.
Por eso ahora hemos decido ampliar horizontes. Vamos en busca de un "senior" yanqui. A lo mejor tenemos suerte. Esos están mejor cuidados. Nosotras no. En las puertas del medio siglo, el culo está más ancho, las tetas por el piso, y el botox está caro. Aunque bastante estóicas resistimos al paso del tiempo. Todavía tenemos todos los dientes.
También estamos abiertas a la posibilidad de que se nos cruce Shorsh en este viaje. Por si está leyéndonos, le avisamos: vamos a estar en Ñuyor y lo esperamos el domingo 15 a las 21 hs en el último piso del Empire States. ¡Ah, no! Esos eran Cary Grant y Débora Kerr y King Kong y Jessica Lange. Bueno, entonces en el subsuelo de Mc Donald´s de Broadway y la 50, cerca del baño porque estamos incontinentes.
E inevitablemente retornamos al número 50. Las bolas de oro. Perdón, bodas, bo-das.
Y bueno...es lo que hay...NADA. Es mejor la nada misma, que la misma nada.
Munidas de Rivotril, Alplax y Quetiazic les decimos: Hasta la vista baby!