sábado, 6 de julio de 2013

El juego de las diferencias

Hoy fui a la peluquería a sacar de mi cabeza los rastros post operatorios, léase, canas.
Y no va que se me da por agarrar una Para Ti?
No soy de leer las revistas peluqueriles, porque me aburren mucho. Generalmente llevo un libro o juego al Candy Crush (mucho más productivo), pero en esta oportunidad, al no poder cargar peso, extra panza obviamente, atiné a manotear la primera revista que estaba frente a mi. Y esta era una Para Tí.
Creo que hacía por lo menos 10 años que no leía una....y supongo que pasarán 10 más hasta que agarre otra.
Dios!! En qué piensa la editora cuando va a largarla a la calle? Le estoy haciendo un bien a la humanidad? O vamos a cagarle la vida a un montón de minas que creían estar potables, hasta que abrieron la primera página?
Y hete aquí que empecé a jugar al juego de las diferencias.
Cuando tenía 20 años, miraba Para Tí para ver qué se usaba, porque las producciones de moda eran para chicas de mi edad. Entonces ibas a Hendy a comprarte una mochila, a 20&20 a ver qué jean nuevo habían sacado, qué zapatos tenía Pinet , o si había un nuevo maquillaje de Pupa.
Hoy, sigue siendo lo mismo, sólo cambiaron las marcas. La ropa es para pendejas de 20. La única diferencia es que vos estás cerquita de los 50, con lo cuál, adiós sección modas, porque no me puedo poner nada.
Maquillaje. Mucho maquillaje, mucho color, mucho dorado y mucho metalizado. Genial para una pendeja de veintipico, queda sexy, atrevido, llamativo, cool. Pero si te lo ponés vos, corrés el riesgo de ser confundida con un papagayo multicolor, o un tucán en el mejor de los casos.
Así que, sección maquillaje, out también.
Sexo. Los mejores consejos y tips para pasarla bomba con el muchacho que te corteja. Sí, a los 20...porque a los 47, ya no sé si me da por ser la Mujer Elástico, ni ponerme a preparar toda la mise en scène, porque para cuando termine voy a estar tan cansada que no me va a dar el cuero para deleitar al caballero ni con el primer capítulo del Kama Sutra.
Y llegamos así a la única sección apta para mayores de 45 (además de la de cocina) .Tratamientos. De rejuvenecimiento, cirugías plásticas , cremas antiage, várices y demás menesteres que, como todos sabemos, le corresponden a nuestra edad.
Y ahí te enterás que "micropexia" es una cirugía para levantarte las tetas, como explica el autor/a de la nota intentando desasnarte, con éste método te pueden recolocar la areola y el pezón, porque como si no lo supieses, con los años tiende a mirar hacia el piso, cuando lo ideal es que esté mirando al horizonte....
Hijadeunagraputa!!! Mis tetas miraban Más allá del Horizonte!!! Miraban a Laport y a la Colmenares y ahora miran Six Feet Under!!
Quiero volver a tener las lolas en el cuello como cuando era pendeja, no quiero una micropexia! O sea, quiero ser una veinteañera de nuevo, no una vieja con las tetas hechas.
Después, para que sientas que no todo está perdido, te describe todos los métodos para liposuccionarte con o sin anestesia. Hay tratamientos láser de todo tipo y color para sacarte los pelos, las arrugas, los lunares, las manchas de las manos, la celulitis, las bolsas, y las alas de murciélago. Botox para que la frente te quede lisa como culo de bebé, o la microdermoabrasión que te la deja como culo e mono.
Cremas para contorno de ojos, de labios, de ojeras, surcos nasogenianos, el cuello, las piernas, los brazos, la panza, las estrías, los pies, las manos y el ojete. O sea, somos una porquería. No servimos para nada. Tenemos que nacer de vuelta, o como decía mi tía Berta, meternos en el dreckmachine (dreck=mierda, machine= máquina). Demás está decir que para lograr verte como en tus años mozos, necesitás una cuenta bancaria abultada, o un señor mayor de 80 con un pie en el más allá ,que te lo banque. Uno de tu edad, se busca una pendeja que le sale más barato, total, con dos pilchas de la sección de modas, listo!
Conclusión, entré a la peluquería para verme mejor,  y salí sintiendo que no tenía remedio,  con la imperdonable sensación de que hasta me gustaba Arjona porque le cantaba a las mujeres de las cuatro décadas.