martes, 4 de noviembre de 2014

Cortito y al pie

Quiero uno, quiero dos y quiero tres.
Quiero la chancha, las veinte y la máquina de hacer chorizos.
Quiero darle margaritas a los chanchos, en retribución a los chori y los jamones.
Quiero el Enterprise y el Arca de Noé. La primera para irme a la Nebulosa de Orión, que está cerca de su cinturón y andamos necesitando contacto con la zona pelviana.
La segunda, para subir a los amigos , a la buena gente y dejar abajo a las cucarachas y todo bicho que camina y va a parar al asador.
Quiero un pasado que me condene, y un presente que me libere.
Quiero una foto en color sepia para guardarla en el fondo del corazón y mirarla cuando me sienta triste.
Quiero perderme en el olvido y olvidar lo que quería para poder arrancar de nuevo con todo lo que me había olvidado.
Quiero hacer borrón y cuenta nueva, para evitarme muchas malas decisiones. Quiero poder decidir sin la emoción a flor de piel, y deshojar un crisantemo para saber hacia dónde dirigir el amor.
Quiero el amor con manual de explicaciones y al hombre que lo sepa leer sin dificultades.
Quiero la complejidad de mi ser, y la simplicidad de la otra que llevo adentro y se niega a salir.
Quiero un país con menos hipócritas, empezando por los de arriba, y un pueblo más pensante que llegue a sus propias conclusiones sin aceptar a pie juntillas los discursos populistas y demagogos.
Quiero tener la aptitud de comunicar sin enredarme en mis propias palabras. Quiero tener la lengua más corta y los oídos más abiertos. Quiero saber escuchar sin decir lo sé todo.
Quiero aprender de mis errores para no seguir cometiéndolos. Pero antes debería querer. Sólo querer. Querer.Así de simple.