viernes, 28 de junio de 2013

Eramos pocos y parió la abuela

Esto de estar absolutamente loca, tiene sus pro y sus contras. En este caso muchos pro, sin Mauricio por favor, y alguna que otra contra.
Abordar una histerectomía en un blog no es cosa fácil, pero como a mí lo fácil no me gusta,acá vamos.
La historia dice así.
Como todos sabemos la mujer está compuesta por cerebro, tetas y útero.
En mi caso, mucha teta, poco cerebro y un útero que no servía para nada. Hacía ya unos meses que mi doctora me había hablado de que empezara a pensar en sacarme eso que a las mujeres les sirve para albergar un niño, y a mí, para recordarme que no sólo no había salido ser vivo de ahí, sino que tampoco entraba nadie. Ni vivo ni muerto.
Allí partí con orden de intervención,(que debería haber sido psiquiátrica) a Osde a hacer los trámites.
Vale aclarar, que en 47 años no había conocido quirófano alguno.
Así, con absoluta inconsciencia de lo que estaba haciendo, me encaminé a lo que sería mi primera experiencia quirúrgica.
Días previos a la operación, todo el mundo me llamaba para preguntarme si estaba nerviosa. Y, no, nada de nada, una paz poco frecuente en mi... Mirá qué bueno! me decían todos, qué genial! A lo que yo respondía, porqué habría de estar nerviosa, si confío en mi médica, y esto es una pelotudez. Vas, te sacan el útero y en dos día estás en tu casa!! Además, con todos los quilombos que tuve este año, para mí, esto es como irme a un spa!! Error!!!
Y allí marché al Sanatorio de La Trinidad, como quién se ganó un pasaje a Río en pleno carnaval.
Cuando me dieron la habitación y me pusieron la pulserita, empecé a dudar si en realidad tenía taaaaantas ganas de estar ahí como pensaba. He aquí las ventajas de la locura...los locos no se acobardan jamás!
O sea....empervinoxada, con  bata, cofia y botas (que no combinaban, conste) me encaminaron dos camilleros divinos, al tan esperado quirófano.
Para mi sorpresa, eran muchos quirófanos uno al lado del otro, y yo pensaba, por favor que sepan a cuál tienen que llevarme!! Mientras todas las caras te miran, sonrientes, o eso suponés, porque en realidad tienen su boca detrás de un barbijo, y rezás porque estén sonriendo y no con una mueca de bienvenida a The Little Shop of Horror, escucho la voz salvadora que dice: noooo, acá no, esta va al 4 !!Y yo gritando acostada, sí !!! al 4, al 4, al que está mi doctora, mirá que a mi me sacan el útero eh, vine a eso, no a otra cosa!!
Y ahí entramos al quirófano número 4.
Divino todo, mucha luz, muy pulcro y limpio, cosa que me encargué de verificar, y todo el cuerpo médico dispuesto a desuterizarme.
Me pasan a la mesa de operaciones, y la señora, o sea yo, empieza a hacer las preguntas de rigor. A saber...está la doctora?, cómo me van a poner la anestesia? me van a entubar? saben que me tienen que sacar el útero, no? no hay mesa de operaciones para gordas? De esta me caigo, están seguros que está bien así? Qué hago con el brazo que me cuelga? Ven que tienen que conseguir mesas para gordas?? En este brazo me va a anestesiar? No, ponga en el otro. Me puedo ir?
Creo que ahí los médicos, se deben haber preguntado para qué carajo hicieron el juramento hipocrático cuando se recibieron. Más que hacerme una histerectomía, seguro preferían hacerme una traqueotomía. O en su defecto, alguno estaría pensando en hacerse el harakiri antes que bancarme dos segundos más.
Canalización hecha y el médico me dice, se va a empezar a sentir mareada. Yo, doc, no siento nada, no siento nada, no siento nada y de pronto me dicen respire y tac, pasé al mundo de los muertos en vida. Quién corno dijo que con anestesia no soñás? Yo tuve pesadillas! Se las puedo contar y todo! Porque  fue lo primero que dije cuando me despertaron, además de gritar me duele, me duele...
Mi habitación estaba en el piso de maternidad, por obvias razones, somos todas pacientes ginecológicas. Mis vecinos eran bebés. Santino, Guada, Felipe, Pilar,Vicky, Irupé, Lázaro y un par de marranos más que no recuerdo y prefiero olvidar.
Con morfina cada dos o cuatro horas, los escuché llorar a los pendejos toda la primera noche, la segunda y la tercera. A ver, ustedes ,que todos o casi todos tienen hijos, para qué mierda los quieren si los hacen largar los pulmones por la boca, desde el primer momento que nacen? Los pibes ni siquiera saben si quieren estar ahí. En su cabecita se preguntan, porqué me sacaron de donde estaba, quiénes son esos dos que me toquetean todo el tiempo, me besan, me lloran de emoción, y ellos a cambio les hacen una muequita que ustedes llaman sonrisa. Y en devolución ustedes les plantan en la habitación a las nonas, los nonos, los 45 tíos, con los 138 primos y todos los amigos íntimos que suman 345. Todos, en una habitación de 3 x 3 con calefacción a temperatura de 36º C. De verdad los aman o es simplemente algo que hay que hacer porque es lo que se espera? Piénsenlo bien...miren que esas bellas criaturas después de convierten en hijos que pasan factura...
Cuestión que mi primera noche post quirúrgica, me la pasé escuchando a Pilarcita llorar toooda la noche como si la estuviesen descuartizando, mientras yo, tirada en la cama intentaba dormir, con la sensación de que me habían colgado de los ovarios, dos enanos de cemento, que pugnaban por ver quién tiraba más fuerte, dolor de cintura porque parece que cuando te sacan el útero te retuercen el ciático, pidiendo morfina a señas, porque me prohibían hablar (otra vez Nano venía como anillo al dedo), y el peor dolor que haya soportado en lo que va de mi existencia.
Cómo? Y el spa dónde está? Callen a esos críos! Yo viene a pasarla bomba, no a que me duela y no dormir! Perdón si alguien considera que lo que voy a decir es apología de la droga, pero VIVA LA MORFINA!!! Enmorfínenme por el resto de mi vida!
Y para hacer la historia corta, el resultante es que llegué al sanatorio con un útero 12 centímetros de diámetro, tres de espesor , más de 8 miomas, y me fui, con una panza de 14 meses y medio de embarazo, con una faja elástica que ni siquiera la sostiene, y una cicatriz, que otra que Scarface.
Eso sí, de ahora en más con lo que ahorre en tampones e Ibuevanol, quizás pueda sacarme el pasaje a Aruba a que me apantallen y me hagan masajes.
Machos muchos dijo la partera!!! Y sí, parió la abuela.