Ya casi una semana chi sono arrivato a Roma y salvo por la lengua, soy toda una italiana.
Creo que del año pasado a este, o los tanos cambiaron de idioma o a mi se me murieron una cuántas neuronas. Cuando voy a la feria, como por ejemplo el día de la fecha a las 13.30 hs, el verdulero me suplica que le hable en inglés antes que en italiano o castellano. No me hago entender ni por las buenas ni por las malas. Y lo más curioso del caso, es que mi inglés también se deteriora día a día.
Con suerte cuando vuelva, a lo mejor todavía me acuerdo cómo se habla el español.
Amigos,gracias a una aplicación de Apple, soy feliz. Ya no me pierdo más en Roma! Amo el Ulmon Rome!! El coso este te marca dónde estás parada y mientras caminás, te va mostrando como con una especie de haz de luz, tipo linterna, para dónde estás yendo. Ayer me fui caminando desde el taller hasta el Panteón, a Piazza Navona, y de ahí a darme el baño en la Fontana di Trevi, para luego retornar al taller, sin siquiera haberme perdido una sola vez!! Gracias San Jobs que estás en el cielo.
Roma es hermosa, pero sucia y llena de turistas molestos. Porque yo ya no soy una turista, sono romana chi parla cocoliche.
Mi gran desafío de la semana fue, llegar de Via San Francesco a Ripa 156, del Trastevere(léase home con termitas sweet home con termitas) a Via dei Delfini 17 (léase taller) sin mirar los carteles de la calle. Y como diría Marley (el boludo ,no Bob) desafío cumplido! Me siento en la gloria! Y de canchera nomás miro a los turistas con mapa, de soslayo y con sonrisita sarcástica. O sea toda una hija de puta argentina.
Anoche, tras una inauguración a la que concurrimos todos, los italianos posta y nosotros, los residentes, mis nuevos amigos, me llevaron de copas. El grupete a saber, se compone por, Alison, 22 años, Jordan, 23 años y Christopher, que no le pregunté exacto, pero rondará los 25. Creo que no hace falta que describa el panorama.... Mamá gallina con los tres pollitos. O su versión más realista, tres pendejos con la jovata a cuestas. Sus respectivas madres tienen mi edad o apenas unos años más.Los guachos me hicieron cruzar toda la ciudad, para ir a tomar unas copas a un bar lleno de ídemes a ellos, con lo cuál, la única anciana seguía siendo yo. Ellos chupan, yo apenas si me mojo los labios con vino y ya estoy en pedo. Pero nos divertimos mucho sacándoles el cuero a nuestros anfitriones. Llegamos a teorías conspirativas creadas por la imaginación etílica, además de otras conclusiones todavía mucho más elaboradas sobre ciertas situaciones personales, de asistentes a la expo, (a quienes no conocemos) como bisexualidades encubiertas, poligamia, etc.Todo eso gracias a un poco de chianti, whisky, margaritas y birra.
Ya adoro a estos chicos, que pasaron a ser mis nuevos sobrinos, a falta de las reales que quedaron en casa. Y como si tuviese poco con todos ustedes, ellos también ya me están buscando novio.
Juro que no todo es joda, trabajo como una yegua. Tres esculturas en 4 días no es poca cosa.
Como relataba en el post anterior, acá los hombres me miran, pero eso sí, todavía no logré arrancarles una palabra. Mi restaurante vecino, siempre está lleno de señores, ejemplo, jueves a la noche. Los mozos ya más o menos me tienen junada, y me hablan en inglés. Situación: tavola para uno per favore. Le piace questa? Señala una de la calle. Perfecto, grazie.
Detrás mío, dos caballeros hablando italiano. Se sienta en la mesa de al lado otro caballero, y escucho: Mozo, está bien para mi sólo una pizza chica?(todo en castellano). Mozo: no, mejor una grande, si es para vos solo (¡en castellano! A mi el turro me habla en inglés sabiendo que soy argentina) . Tras cartón, los dos bombones Baci,que estaban en la mesa de al lado, le empiezan a hablar a mi compatriota, preguntándole de donde era. Argentina, dice el flaco. Así qué ni corta ni perezosa me dí vuelta, y dije: yo también soy argentina!
Ni me miraron. Con lo cuál estoy deliberando conmigo misma para llegar a una respuesta más o menos razonable, o contratar un sociólogo que me lo explique. Las opciones a saber son: soy el fantasma Gasparín, soy un bicho canasto, los italianos son todos putos.
Por mi salud mental, me quedo con la tercera.
Ciao bella, va fangulo!
Besos a tutti li fiocchi.
Creo que del año pasado a este, o los tanos cambiaron de idioma o a mi se me murieron una cuántas neuronas. Cuando voy a la feria, como por ejemplo el día de la fecha a las 13.30 hs, el verdulero me suplica que le hable en inglés antes que en italiano o castellano. No me hago entender ni por las buenas ni por las malas. Y lo más curioso del caso, es que mi inglés también se deteriora día a día.
Con suerte cuando vuelva, a lo mejor todavía me acuerdo cómo se habla el español.
Amigos,gracias a una aplicación de Apple, soy feliz. Ya no me pierdo más en Roma! Amo el Ulmon Rome!! El coso este te marca dónde estás parada y mientras caminás, te va mostrando como con una especie de haz de luz, tipo linterna, para dónde estás yendo. Ayer me fui caminando desde el taller hasta el Panteón, a Piazza Navona, y de ahí a darme el baño en la Fontana di Trevi, para luego retornar al taller, sin siquiera haberme perdido una sola vez!! Gracias San Jobs que estás en el cielo.
Roma es hermosa, pero sucia y llena de turistas molestos. Porque yo ya no soy una turista, sono romana chi parla cocoliche.
Mi gran desafío de la semana fue, llegar de Via San Francesco a Ripa 156, del Trastevere(léase home con termitas sweet home con termitas) a Via dei Delfini 17 (léase taller) sin mirar los carteles de la calle. Y como diría Marley (el boludo ,no Bob) desafío cumplido! Me siento en la gloria! Y de canchera nomás miro a los turistas con mapa, de soslayo y con sonrisita sarcástica. O sea toda una hija de puta argentina.
Anoche, tras una inauguración a la que concurrimos todos, los italianos posta y nosotros, los residentes, mis nuevos amigos, me llevaron de copas. El grupete a saber, se compone por, Alison, 22 años, Jordan, 23 años y Christopher, que no le pregunté exacto, pero rondará los 25. Creo que no hace falta que describa el panorama.... Mamá gallina con los tres pollitos. O su versión más realista, tres pendejos con la jovata a cuestas. Sus respectivas madres tienen mi edad o apenas unos años más.Los guachos me hicieron cruzar toda la ciudad, para ir a tomar unas copas a un bar lleno de ídemes a ellos, con lo cuál, la única anciana seguía siendo yo. Ellos chupan, yo apenas si me mojo los labios con vino y ya estoy en pedo. Pero nos divertimos mucho sacándoles el cuero a nuestros anfitriones. Llegamos a teorías conspirativas creadas por la imaginación etílica, además de otras conclusiones todavía mucho más elaboradas sobre ciertas situaciones personales, de asistentes a la expo, (a quienes no conocemos) como bisexualidades encubiertas, poligamia, etc.Todo eso gracias a un poco de chianti, whisky, margaritas y birra.
Ya adoro a estos chicos, que pasaron a ser mis nuevos sobrinos, a falta de las reales que quedaron en casa. Y como si tuviese poco con todos ustedes, ellos también ya me están buscando novio.
Juro que no todo es joda, trabajo como una yegua. Tres esculturas en 4 días no es poca cosa.
Como relataba en el post anterior, acá los hombres me miran, pero eso sí, todavía no logré arrancarles una palabra. Mi restaurante vecino, siempre está lleno de señores, ejemplo, jueves a la noche. Los mozos ya más o menos me tienen junada, y me hablan en inglés. Situación: tavola para uno per favore. Le piace questa? Señala una de la calle. Perfecto, grazie.
Detrás mío, dos caballeros hablando italiano. Se sienta en la mesa de al lado otro caballero, y escucho: Mozo, está bien para mi sólo una pizza chica?(todo en castellano). Mozo: no, mejor una grande, si es para vos solo (¡en castellano! A mi el turro me habla en inglés sabiendo que soy argentina) . Tras cartón, los dos bombones Baci,que estaban en la mesa de al lado, le empiezan a hablar a mi compatriota, preguntándole de donde era. Argentina, dice el flaco. Así qué ni corta ni perezosa me dí vuelta, y dije: yo también soy argentina!
Ni me miraron. Con lo cuál estoy deliberando conmigo misma para llegar a una respuesta más o menos razonable, o contratar un sociólogo que me lo explique. Las opciones a saber son: soy el fantasma Gasparín, soy un bicho canasto, los italianos son todos putos.
Por mi salud mental, me quedo con la tercera.
Ciao bella, va fangulo!
Besos a tutti li fiocchi.