martes, 3 de enero de 2023

El trono vacío

Quiero una anestesia para el alma, para que no duela tanto tu ausencia.
Quiero las cuatro y media de la tarde, para llamarte y oír tus quejas. Lo prefiero a este silencio que me está quebrando.
Quiero tu mano tomando la mía, desde El Globo Rojo hasta el otro día, cuando ya sin fuerzas, te la sostenía.
Quiero no pertenecer a la generación huérfana que está quedando. Todavía quiero seguir siendo hija y me lo niegan.
Quiero tu fuerza de cuando todo lo podías. 
Quiero tu capacidad para leer y tu inteligencia para callar cuando era necesario.
Quiero esa fuerza de voluntad para vivir a pesar de todo.
Quiero que vuelvas y que vuelvan todos, porque me resulta difícil un mundo en el que no puedo encontrarlos.
Quiero volver a Rosario y que los vecinos me digan Raquelita chiquita.
Quiero ir por un ratito al otro lado, a verlos, porque a pesar de mi ausencia de fe, creo fervientemente que hoy están todos juntos, jugando al rummy o al burako. Porque están todos, no falta ninguno.
Quiero a mi reina madre, cuidándome o cuidándote con lo bueno y con lo malo, pero te quiero conmigo.