jueves, 17 de junio de 2021

Welcome aboard


Después de siete meses decidimos que era hora de volver a visitar a madre y resto del mundo.

Tardamos un tiempo en tomar coraje de sacar los pasajes, pero finalmente lo hicimos.

Reservamos un Uber para ir de Punta a Montevideo, y a las 4 a.m. de la madrugada, pasó, a la que llamaremos Loreley, a buscarnos.

Emprendimos viaje a esas inhóspitas horas, decididas a no sacar la vista del camino por si a Loreley se le daba por dormirse.

A unos 95 km de nuestro punto de partida, notamos que nuestra conductora designada, se desvía por un camino, que si bien nosotras conocemos, no lo hubiéramos tomado, y menos a esas horas.

Le preguntamos: estás segura de ir por acá? Sí, nos responde con total tranquilidad , la recontra conozco esta ruta!.

Ok, decimos, si estás tan convencida no tenemos nada que objetar.

A los cinco minutos, la vemos a Loreley, con el celular en la mano y la vista fuera del camino.

Ey, Loreley! Pasa algo? 

No! Es que no encuentro el Waze porque cambié de teléfono y me parece que no estamos yendo bien…

¿Perdoooón? Cómo que no sabés si estamos yendo bien? Pará el auto un minuto y buscá el fucking Waze.

Ya, a estas alturas, estábamos apenas un poco más que nerviosas.

Frenamos, busca la puta aplicación y le dice: terminal de Buquebús de Montevideo.

Bueno Loreley, arrancá porque honestamente no andamos con ganas de perder el barco. ¿Te parece?

Sí, dale, nos dice, como si fuésemos íntimas amigas y estuviésemos de paseo.

Hacé una cosa, para que no tengas que mirar cada dos segundos el teléfono, poné la App en altavoz, pedimos nosotras sin sospechar lo que siguió a continuación.

No sabemos qué mierda entendió doña Waze, y empezó:

A 400 metros gire a la derecha en el Ebro, y luego gire a la derecha por el Tajo.

What??? Dijimos nosotras. Qué raro que en Uruguay haya calles con nombres de ríos españoles…

Mientras tanto Loreley seguía manejando como si nada. Al no doblar obviamente hacia el Ebro, Waze comenzó a desesperarse y repetía: gire a la derecha, gire a la derecha, gire a la derecha, gire a la derecha. Después del séptimo gire a la derecha consecutivo,sentíamos que el Waze había cobrado vida propia y estaba gritándole a Loreley gire a la derecha pelotuda !!!

Ya con los nervios de punta, siendo las 5:15 de la madrugada, la conminamos a Lore, pará el auto o te lo rompemos todo!

Logramos corregir el rumbo hacia el puerto de Montevideo una vez que la app comprendió que le hablaban en uruguayo.

Para hacer la historia corta, 12 horas después estábamos en Juramento puteando a la vecina de arriba que sigue con los zuecos de madera puestos desde el año pasado.

Bienvenida a la Argentina y la remil que te parió.

P.D: Loreley never more