Acá andamos, empezando el famoso segundo semestre, esperando, como el gobierno, que las cosas mejoren.
Ya vamos por la segunda mitad de nuestros cincuenta, y el pescado sigue sin vender.
No es que estemos desesperadas, es simplemente que si seguimos a la espera, los sesenta nos encontrarán mucho antes que el Príncipe Azul ya tirando a Verdoso.
Les diría a los candidatos que se apuren, no vaya a ser cosa que cuando nos encuentren, estemos momificadas.
Anoche, en nuestro habitual desvelo, empezamos a pensar en años venideros. Pse...se nota que no tenemos bolsa de agua caliente ...
Ya hemos considerado todas las opciones habidas y por haber para el futuro.
A saber:
1) Chongo rentado. Descartado. Nos da miedo meter en casa a cualquiera. Bueno, a cualquiera...A cualquiera es un decir, porque por Juramento han pasado muchos cualquiera. Sabido es, que nosotras no te sabemos decir que no.
2) Adoptar un perro o un gato. No te sabemos cuidar un potus, imaginate a un perro paseándose solito por las Barrancas de Belgrano, con su doggy-bag porque nos olvidamos de darle de comer.
Fuera de la cuestión antes que alguien nos denuncie a M.A.P.A.
3) Lesbianismo. No es la opción que más nos entusiasme, porque nos siguen gustando los hombres. Aún cuando estemos pensando que Shorsh hizo bien en casarse con Aladina, y la estemos mirando con buenos ojos. ¿Cómo era? A falta de pan, ¿buenas son las tortas?. Pero no. Gracias. Pasamos. Estamos a dieta.
4) Visitar el cementerio de La Tablada más seguido a ver si enganchamos algún viudo.
Nos queda lejos. Una hora y pico de bondi, llegaríamos con el tujes más aplastado de lo que ya lo tenemos. Además quién te dice que el viudo no llegue al arpa demasiado rápido. MmmmNop. Paso. Queremos uno que nos dure unos añitos.
5) Convertirnos en monjas de clausura, que en apariencia hoy, es la única manera de conseguir que un tipo te garpe algo. Quién te dice, aparece un Joséi Lopesky, con nueve palos y a la bolsa.
No. Después tendríamos que andar dando explicaciones a Comodoro Py, con lo que detestamos dar explicaciones. Descartado.
6) Último, y la mejor opción, es la que venimos barajando hace años. Un buen geriátrico en Miami. Con eso, nos aseguraríamos que nuestras sobrinas nos vayan a visitar una vez al año.
Yo y mis otros yo estaríamos chochas de chochera absoluta, rodeadas de otros ellos, que no sólo tendrán múltiples personalidades, sino que es muy probable además, no nos recuerden a ninguna de nosotras, ni nosotras a ellos. Con lo cuál, siempre sería como conocer alguien nuevo.
Así que a ustedes, hombres, les decimos: vayan viniendo de a muchos, porque de a pocos tampoco están viniendo.
Ya vamos por la segunda mitad de nuestros cincuenta, y el pescado sigue sin vender.
No es que estemos desesperadas, es simplemente que si seguimos a la espera, los sesenta nos encontrarán mucho antes que el Príncipe Azul ya tirando a Verdoso.
Les diría a los candidatos que se apuren, no vaya a ser cosa que cuando nos encuentren, estemos momificadas.
Anoche, en nuestro habitual desvelo, empezamos a pensar en años venideros. Pse...se nota que no tenemos bolsa de agua caliente ...
Ya hemos considerado todas las opciones habidas y por haber para el futuro.
A saber:
1) Chongo rentado. Descartado. Nos da miedo meter en casa a cualquiera. Bueno, a cualquiera...A cualquiera es un decir, porque por Juramento han pasado muchos cualquiera. Sabido es, que nosotras no te sabemos decir que no.
2) Adoptar un perro o un gato. No te sabemos cuidar un potus, imaginate a un perro paseándose solito por las Barrancas de Belgrano, con su doggy-bag porque nos olvidamos de darle de comer.
Fuera de la cuestión antes que alguien nos denuncie a M.A.P.A.
3) Lesbianismo. No es la opción que más nos entusiasme, porque nos siguen gustando los hombres. Aún cuando estemos pensando que Shorsh hizo bien en casarse con Aladina, y la estemos mirando con buenos ojos. ¿Cómo era? A falta de pan, ¿buenas son las tortas?. Pero no. Gracias. Pasamos. Estamos a dieta.
4) Visitar el cementerio de La Tablada más seguido a ver si enganchamos algún viudo.
Nos queda lejos. Una hora y pico de bondi, llegaríamos con el tujes más aplastado de lo que ya lo tenemos. Además quién te dice que el viudo no llegue al arpa demasiado rápido. MmmmNop. Paso. Queremos uno que nos dure unos añitos.
5) Convertirnos en monjas de clausura, que en apariencia hoy, es la única manera de conseguir que un tipo te garpe algo. Quién te dice, aparece un Joséi Lopesky, con nueve palos y a la bolsa.
No. Después tendríamos que andar dando explicaciones a Comodoro Py, con lo que detestamos dar explicaciones. Descartado.
6) Último, y la mejor opción, es la que venimos barajando hace años. Un buen geriátrico en Miami. Con eso, nos aseguraríamos que nuestras sobrinas nos vayan a visitar una vez al año.
Yo y mis otros yo estaríamos chochas de chochera absoluta, rodeadas de otros ellos, que no sólo tendrán múltiples personalidades, sino que es muy probable además, no nos recuerden a ninguna de nosotras, ni nosotras a ellos. Con lo cuál, siempre sería como conocer alguien nuevo.
Así que a ustedes, hombres, les decimos: vayan viniendo de a muchos, porque de a pocos tampoco están viniendo.