sábado, 26 de octubre de 2013

Cerrado por duelo

Una semana infinita y el desenlace final, que te sorprende y te clava el puñal en lo más profundo de tu alma, aún cuando lo esperabas.
La muerte no se digiere. La muerte no te deja respirar. La muerte es una mierda que no debería existir. Adhiero a la superpoblación mundial por falta de muertes.
La muerte es un negocio para pocos. Los especuladores del dolor, se regodean ante la pérdida y uno siente que estalla, pero se rinde ante la desesperación de que el ser amado no descanse en paz.
Quiero una ley que dictamine que los hijos de puta sean enterrados en el Ceamse entre la basura, y los hombres de bien en el Jardín del Edén.
Quiero la vida eterna para mis seres queridos, y para mí, la agonía y el éxtasis.
Quiero verle la cara a La Parca y reclamarle que me devuelva a los míos.
Quiero no tener corazón para que no me duela tanto y para no sentir remordimiento.
Quiero no responder a los requerimientos de consuelo de los demás, cuando a la que se le parte el alma es a mí.
Quiero pensar que me escucha para decirle mil veces te quiero.
Quiero seguir siendo la nena y no esta adulta en la que me convertí sin quererlo.
Hoy me doy cuenta que quiero lo único que no puedo tener. Quiero a mi papá de vuelta.