domingo, 29 de marzo de 2015

Chaperona by night

Mejor escribo ahora, porque después de mi última velada, lo mas probable es que me olvide.
La vida es cíclica y como tal, mi madre me cuidó de niña y ahora me toca a mí cuidarla a ella.
Quienes son madres, yo no, saben que una de las tareas que conlleva la maternidad, no es sólo la de proveer amor y bienestar, sino también la de llevarlos al médico, al colegio, actividades extra curriculares y cumpleaños de amiguitos.
Bueno, esta noche, me tocó llevar a mi madre al cumpleañitos de ochenta de una amiguita.
¡La venganza será terrible!, debía estar pensando mi vieja, por todos los años que me bancó de adolescente rebelde y caprichosa.
De más está decir que yo era la menor de la fiesta junto con la octogenaria cumpleañera. Fuí invitada con el único propósito de que mi señora madre se dignara a dejar el trono en casa y fuera al festejo.
Y ahí estábamos, yo, mi otro yo, y mi madre, sentadas, tipo Bat Mitzvá, en la mesa cinco, con otros cuatro compañeritos de salita....geriátrica.
A ojo de buen cubero, podríamos decir  que entre los asistentes, sumábamos 4214 años, repartidos de la siguiente manera: 48 invitados, más la festejada, a un promedio de 85 años ( pongámosle entre 80 y 90= 85) da un total de 4165 + mis 49= hacé la suma.
Lo que se dice, una partusa. No sé si me sentí una piba, o una pobre desgraciada.
Empezó la música, con Palito Ortega y Leo Dan a la cabeza, y los que no tenían bastón salieron a bailar. Pongámosle, unos seis en total. Yo aduje, una trocanteritis y rinitis alérgica, con lo cuál me puse a tono con el resto de la concurrencia, no era cuestión de humillar.
A mi gusto la música estaba un poco alta, cosa que no era un problema para el resto, ya que con bajar el volumen del audífono, terminado el asunto.
Así que yo escuché a Palito, Leo, Juan Ramón y Sótano Beat, a 98 decibeles, que evidentemente no perturbaban a los invitados.
Llegó la comida, y los chicos ya habían comido mucho calentito y sanguchito, así que casi no me comieron el plato principal. No hace falta aclarar, imagino, que todo el catering era sin sal y preparado para no tener que usar cuchillo. No voy a ser mala, ni irónica ni sarcástica, porque algún día daré gracias a Dios de que me traigan la comida ya cortada. Hipertensa ya soy.
A las once de la noche, la reina madre quería la carroza porque, no sé, parece que tenía miedo de convertirse en calabaza. Y como Carlitos Balá , empezó, ¿(mamá) cuándo nos vamos?
Y ahí terminó mi noche de joda loca, a las 23:15.
Reitero, sostengo y ratifico, mi deseo de ser empujada por la borda de un crucero en el Caribe, ya que no voy a tener quién me lleve a los cumpleaños de mis amigas, si todavía tengo alguna a esa edad.





domingo, 15 de marzo de 2015

¿Viva la adultez, carajo?

Juro que no tengo problemas con la edad. Sólo que me sorprende tener cuarenta y nueve años ya.
Si hasta hace poquito era una pendeja ¿cuándo, cómo y dónde me convertí en adulta?
Hace exactamente veintinueve años que vivo sola, con la intermitencia de un matrimonio y alguna que otra pareja conviviente y no conviviente.  Acabo de buscar en la Rae.es la palabra intermitencia y  este fue el resultado: Intermitencia (de intermitente) 1.f.Cualidad de intermitente. 2.f.Biol. Discontinuación de la calentura o de cualquier otro síntoma que cesa y vuelve.
En mi caso, aplica cualquiera de las dos acepciones.
 ¿A qué venía todo esto? ¡Ah, esperá que me acordé! La vejez. O la adultez, como prefieras llamarla.
De compras por el supermercado, me encontré con una especie de primo que no es primo, pero es como de la familia. El ahijado de mi papá.
Conversación:
Soysola (S): Pst, pst, hey
Ahijado (A): Hola! ¿Qué hacés nena?¿Todo bien?
S: Sí, todo bien, ¿vos? ¿la familia?
A: Perfecta! Baruj Hashem (n.de la r.:no comments de mi parte)
S: ¿Tu mamá?
A: Bien por suerte! ¿La tuya?
S: Nos va a enterrar a todos, o sea, bien. Seguí comprando y después nos vemos.
Pasados diez minutos coincidimos en la misma caja del súper.
S: Ayyy...Mañana tengo que madrugar porque voy al cementerio. El año del papá de mi mejor amiga¿viste? Y ya que estoy, voy a ver a mi viejo y a todos los conocidos. Compré como diez paquetes de flores.
A: Ché, ¿viste lo que pasó con la tumba de mi papá? ¿No me hacés el favor y te fijás si la arreglaron y me mandas un mensaje? Los de la AMIA me dijeron que lo iban a solucionar pero no lo hicieron.
S: Pensaba pasar a dejarle una flor a tu viejo. Yo también tuve pelea con la Amia por el mantenimiento del monumento de mi papá. Unos guachos, como todos.
A: Yo no voy hace como un mes.
S: Bueno, me voy. Te aviso mañana. Mándale un saludo a la familia.
A: Beso
De camino a casa, me puse a reflexionar. ¿Estas van a ser mis charlas de pasillo y no tanto, de ahora en más? ¿Quién se murió ahora? ¿Qué medicación tomás?¿Cuál es la mejor agua baja en sodio? ¿Conoces un médico especialista en artrosis, cadera o miembros inferiores¿
Me salió un grano en el tujes y no sé con qué combatirlo,¿tenés alguna receta?
Estoy constipada ¿vos qué tomás? Etc.
Siempre pensé que antes de tener Alzheimer, preferiría morirme, pero ahora lo dudo.
¿No es mejor llegar a los ciento cuatro años cuál Magiclick, y vivir en una nube de pedo? No te acordás de nada, no reconocés a nadie, comes cuatrocientas veces por día, gracias al no registro de la ingesta anterior, y todo te chupa un huevo. Todos los días conocés una persona nueva, aunque sea tu sobrina, tu madre, tu marido o tu hijo, porque no te acordás quién es. O sea, hay una vida social activa, o de lo contrario, al no registrar nada de nada, igual todo te importa un carajo y haces tu vida. No sufrís porque no sos consciente, y los que sufren son los demás, que seguramente en algún momento de tu vida lúcida te cagaron la misma., que se jodan!...Y lo mejor, es que no recordás qué edad tenés.
¡Ya sé!¡Ya veo a unos cuántos críticos diciéndome, flaca (gracias por lo de flaca) ¿estás loca? ¿Qué decís? ¿Ya pensás en esas cosas y todavía no cumpliste los cincuenta?
A mi me enseñaron : más vale prevenir que curar. Y dejar todo prolijito y arreglado para no generarle molestias a los demás.
Ya con la experiencia doble en una misma semana, de haberme metido a la ducha con los anteojos puestos, es un síntoma de que algo no anda bien. Más, que últimamente me es mucho más fácil expresarme por escrito que vía oral, porque no recuerdo palabras fundamentales como por ejemplo, paralelepípedo, telescopio, o el nombre de mi manicura, la cosa da qué pensar. Tampoco me acuerdo lo que tengo que hacer en el día, por más que lo anote en veinticinco papeles y agendas, porque obviamente, no sólo no sé dónde dejé los papeles, sino que no me acuerdo en qué agenda anoté todo lo demás. El síntoma más grave de todos es que no me acuerdo que tengo que ir al psiquiatra.
Sí, soy un tanto apocalíptica y me gusta. Me siento cómoda. ¿Qué sería de Soysolapuntocom, si no fuese Soysola y su necesidad de controlar el futuro?
Aclaro que no oscurece, deseo fervientemente que se encuentre la cura del Alzheimer.
Por ahora, déjame soñar con un mundo ideal, en el que no me tenga que preocupar por nada y los demás se ocupen de mí.
Ah! Eso sí, jamás me olvidaré de George Clooney.


martes, 10 de marzo de 2015

Hoy, tema: la vaca o apología de la ignorancia

¿Qué es esta nueva modalidad de los adolescentes argentinos?
Esta madrugada, a las 6.30 para ser exacta, yo y mis otros yos estábamos plácidamente durmiendo cuando fuimos despertadas al clamor de los bombos tehuelches, en su versión cuasi peronista en Cancha Rayada. Al grito de eoe, eoe, eoe salchichas con puré,  pitos y matracas, silbidos y cánticos varios, grupos de adolescentes del orto, festejaban el primer día del último año de colegio.
Media hora estuvieron rompiendo los quinotos, como si las calles de Buenos Aires les pertenecieran.
¿Dónde se ha visto en el mundo, que un adolescente festeje ir al colegio?
No, si nuestros jóvenes están muy mal...Esta va a ser la próxima dirigencia política...¡Dior me libre!
Chicos éramos los de antes, que odiábamos el secundario, que nos costaba levantarnos a las 6:45, ¿mirá si nos íbamos a despertar antes, para festejar el comienzo de un nuevo año lectivo?
¡No, no, no, no, no señores!¡Esto no está nada bien!.
¿Qué se puede esperar de esta juventud? ¿Que el día de mañana sean políticos decentes? ¿Y qué vamos a hacer con tantos años de crecimiento en analfabetismo?¿Para eso se han deslomado estos últimos gobiernos? ¿Para que dentro de dos generaciones vengan jóvenes adultos instruidos a querer un país como la gente?
Estamos mal, señores. Hay que hacer algo urgente.
Y acá la célebre frase que diría cualquier persona mayor de 70: esto es culpa de la tecnología.
Claro, los pibes te están online todo el tiempo, comunicándose unos con otros, y de pronto te organizan una fiesta del primer día. Es que están al pedo. Demasiadas vacaciones, diría mi madre.
No tienen otra cosa que hacer que ponerse a joder con la computadora, los whatsapp y deciden que todos tienen ganas de ir a estudiar.
¡Menos mal que no tuve cría, que si no, les prohibía ir a semejante festejo! No serían dignos hijos míos.
Yo no te estudiaba nada. Y así salí. Bastante bien. Escribo decentemente, sin faltas de ortografía, gracias a maestras como Elena, que te hacían repetir una carilla con la palabra que te habías equivocado. Soy artista plástica, te conozco de pintores y escultores, bastante de historia, aprendí un poco de química y en los programas de preguntas y respuestas, el 98% de las respuestas las sé, y además te hablo varios idiomas.¡Eh! ¡Tan mal no me fue!
Mira si estos nuevos estudian, qué nos depara el destino...
Por lo tanto hoy queremos, encontrar a la Prof. Casoward para decirle:¿viste conchuda que muy a pesar tuyo, terminé el secundario y me convertí en una persona de bien?
Quiero un cuaderno Rivadavia de hojas rayadas, para escribir cien veces, no debo ser un mal ejemplo.
Quiero seguir divagando y que me digan loca. No me avergüenzo ni me arrepiento.
Quiero un posgrado en Quejidos y Caras de Tujes. Es la carrera del mañana. Como el marketing.
Quiero un Shorsh o un símil. De a poco voy aceptando que no va a dejar a Aladina.
Quiero un Lago de Como para mí sola, y un pañuelo de seda italiana.
Quiero quererte más que nunca, y que nunca no llegue jamás.


domingo, 1 de marzo de 2015

Hoy soy Arjona.

No tengo nada de nada.
No tengo esencia ni fragancia.
Tengo los ojos como un río seco
y la mirada perdida en el horizonte.
No tengo raíces ni frutos.
No tengo razones ni miedos.
Tengo el alma dormida
y la soledad hecha un hueco.
Será que las horas del día no pasan.
Será que el viento se lleva la infancia.
Serán las agujas que pinchan mis sueños.
Serán hojas muertas cuando llegue el mañana.
No tengo nada de nada.
No tengo hambre ni sed de venganza.
Tengo un espacio vacío
y un cuerpo imperfecto.
No tengo ríos internos.
No tengo el fuego revuelto.
Tengo mucho frío y un duelo eterno.

 Elizabeth Dychter