lunes, 28 de agosto de 2017

Eskerrik Asko o muchas gracias Euskadi

Salimos de Madrid, la niña y nosotras, después de haberla recorrido de arriba abajo, con todos los Zara's incluidos, en tren a Bilbao.
Habíamos sacado en primera clase, dado que eran tantas horas con el culo apoyado, los pies hinchados y un calor inhumano, además que queríamos mostrarle a la nena lo bien que se viajaba en los trenes españoles.
Apenas subidas al vagón, notamos que el aire acondicionado estaba un poco bajo. Nos sentamos suponiendo que al arrancar lo pondrían más alto...más no...el aire no funcionaba. El termómetro de la cabina marcaba 42º, y teníamos de compañeros a dos parejas de ancianos y un muchacho obeso.
Muertas de calor comenzamos a reclamarle al jefe del Alvia. Un tanto fastidiado al ver lo que se le venía, se atajó diciendo :" vale, vale, qué joder, que en algún momento se arreglará esto!" 
Bueno, " esto", se arregló más o menos a las tres horas de viaje. Estábamos nosotras solas en el vagón porque habían pasado a otros coches, y cito literalmente: "a los enfermos, a los ancianos, a los niños, a las embarazadas y por último a los normalitos". Nosotras, evidentemente no entrábamos ni siquiera en la categoría normalitos. Así y todo viajamos bastante cómodas. Al fin que arrancó el bendito aparato, volvieron los expatriados. Una sola pareja de ancianos y el muchacho excedido en kilos, al que llamaremos JG.
En este viaje, al estar con una pendex hermosa como es nuestra sobrina, todo el mundo nos hablaba. Y esta no fue la excepción.
JG: ¿Sois argentinas?
SyS (Soysola y sobrina): sí.
JG: ¿de Buenos Aires? (asentimos). Yo soy amigo de Andrés Calamaro. Cuando estuvimos en Buenos Aires tocando con El Cigala, en ese teatro hermoso ¿cómo se llama?...
SyS: ¿El Gran Rex?
JG: Sí, sí, ese. Pue bueno, como os decía, soy road manager, compositor, actor y gitano! Cuando estuvimos allí, conocí a Fito Páez, Diego Torres, que es así de pequeño (mientras bajaba su mano a la altura de sus pectorales), y como os decía, a Andrés Calamaro. ¿Conocéis a los Monty Python?
Por supuesto contestamos nosotras las Soysola, porque sobrina no tenía idea.
JG: bueno, ahora vengo de hacer una película con uno de ellos (y pela foto del celular)
Demás está decir dos cosas. Mientras él nos contaba todos esto, nosotras y sobrina, lo googleábamos y estalkeábamos por Facebook, amén de no haber reconocido al Monty Python de la fotografía, el pibe no aparecía ni por las tapas en ningún lado. Eso sí, JG estaba disfrazado de pirata en la foto.
Fue en ese instante que JG pasó a llamarse, el Gordo Jartero (* jartero: mentiroso en turco), invirtiendo sus iniciales.
Llegamos a Bilbao saludando a GJ prometiéndole comprar su disco apenas saliera.
Bilbao. Bilbao estaba de fiesta esa semana, por ende nadie laburaba, o eso sospechábamos porque a dónde fuésemos estaban todos chupando cerveza y vino, cantando y bailando en las calles. 
Maravilloso Bilbao y su Guggenheim. Hermosa ciudad y cálidos anfitriones los vascos. Caminamos cuatro días y comimos pintxos a reventar.
De allí partimos a San Sebastián en bondi, y llegamos sic, a la playa de la concha. Hermosa concha. Si en Bilbao habíamos comido rico, aquí nos pondríamos una cama en cualquier calle y nos quedaríamos a vivir. Ciento veinte restaurantes de tapas y pintxos en una ciudad de 186.064 habitantes. O sea, 1550 personas por restaurante más un Zara cada tres cuadras. O sea, la gloria misma.
Amamos Vascolandia , Vascolet y sus vasquitos. Amamos todo el País Vasco del lado de acá de los Pirineos. Aquí nos despedimos de la mejor compañera de viaje que hemos tenido. Nuestra hermosísima, buena, divertida y ocurrente Eugenie. Nuestra amada chinita. Te vamos a extrañar!
Para la próxima dejamos la llegada a les pays basques o Biarritz.
Agur y eskerrik asko!!



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