Blog dedicado a mí misma que siempre tiene que ver con lo que quiero. Más bien, con lo que quiero y no quiero. A veces quiero todo, otras no quiero nada y la mayoría de las veces no sé lo que quiero. Antes lo quería a George Clooney pero ya no. Encontrarás un apartado "viajes por el mundo para somosolos", en donde jamás ubicarás los mejores restaurantes, bares o monumentos históricos, debido a nuestra falta de orientación.Bienvenidos a la realidad paralela de Soysola y sus otros yos.
jueves, 30 de diciembre de 2021
Se viene el ¿feliz 2022?
jueves, 9 de diciembre de 2021
Divorcio vinculear...perdón, vincular
Esto es así, qué le vas a hacer... Acostumbrate, nos dijo un sabio el día que dudamos si casarnos o no saliendo para la sinagoga, nadie se muere de esto, agregó.
No, nadie murió, pero perdimos siete largos años de nuestras vidas. Igual que con la República. Unos treinta. Le dimos la vida entera, la mantuvimos, le fuimos fieles aún cuando nos cagó por donde se mire. Enough is enough dicen los yanquis y nosotras también.
Acá medio que todavía estamos en la etapa de enamoramiento. No nos cansamos de mirar el mar, los atardeceres, todavía creemos que los uruguayos son amables, y si bien alguien podría pensar que encontramos al amor de nuestras vidas, mmmmno. Por ahora no ponemos el gancho.
Esto se está llenando de argentinos y brasileños y nosotras ya tenemos los pelos de punta. Porque si hay alguien a quién detestemos más que a los porteños, es justamente a los cariocas, paulistas y sus derivados.
Son ruidosos y o mais grades do mundo. Tienen las voces mais grandes do mundo. Gritan. Mucho gritan. Y ya se sabe, nosotras tenemos un problema con eso.
Aunque pensándolo bien, si tuvieramos que elegir si quedarnos con los compatriotas, que como Atila, donde pisan no crece el pasto, o los vecinos para quienes la vida es un carnaval, elegimos a los suecos, que son un poco más silenciosos y tienen Ikea.
En definitiva, a treinta y dos días y medio de cumplir años, reconocemos que estamos envejeciendo mal. Muy mal. Cada día nos parecemos más a mamá y al zeide que nunca toleraron a nadie. La paciencia la perdimos más o menos cuando cumplimos quince años. No pueden pedirnos que a los casi cincuenta y seis la recuperemos. La boleta caducó hace años y andá a reclamarle a Magoya.
En fin, Uruguay está aún en el período de gracia, cosa que puede cambiar abruptamente en cualquier momento. Groenlandia suena bien.
Y George sigue sin enterarse que existimos.
domingo, 7 de noviembre de 2021
ARGENTINA POTENCIA
miércoles, 29 de septiembre de 2021
Se busca a Soysola
Soysola había llegado para quedarse, no para perderse.
Casi un año aquí en las pampas uruguayas, y como por arte de magia Soysola se esfumó.
¿Qué le anda pasando? - nos preguntamos, yo y mi otro yo, ya que a ella no la vimos para consultarle.
A Shorsh no lo encontró seguro, lo firmamos.
Ni a Bradley ni a Brad Pitt tampoco. Es más, no encontró a nadie. La última vez que la vimos andaba más Soysola que nunca.
A lo mejor está hibernando. ¡Vaya a saber! La forma de oso ya la tiene…
Suponemos que en algún momento de este 2021 va a aparecer. En noviembre tiene que ir a Buenos Aires y les apostamos que la primera puteada va a llegar apenas pise Juramento.
Ponemos todas las fichas para su retorno con pitos y matracas en el 2022 ya que estamos planeando un viaje, pandemia mediante. Eso no se lo pierde ni en pedo.
Así como hay motores que funcionan a gas, con nafta, eléctricos y energía eólica, Soysola arranca si le ponen un pasaje de avión enfrente.
Quién te ha visto y quién te ve Soysola…
jueves, 24 de junio de 2021
Quereres de punta
Creímos que se nos habían acabado los quereres, y por suerte comprobamos que no.
Quiero poder decidir sin sentir que toda decisión es la incorrecta.
Quiero saber a dónde fue a parar mi seguridad, porque hoy no me alcanzan las rejas del alma para escapar de la prisión de mi cerebro.
Quiero la fe que perdí ante la primera mentira de amor.
Quiero el sabor del helado de fresa en mi boca, a la amargura de tus palabras.
Quiero saber hacia donde ir en la infinitud de este mundo inhóspito, a no saber cómo volver del más allá.
Quiero un millón de rosas amarillas para sembrar un camino de espinas.
Quiero la fuerza del viento que sopla en este invierno, a la quietud de mis sentimientos.
Quiero susurrarte al oído todas mis mentiras, a que me cuentes tus verdades.
Quiero subir a la Vía Láctea a traerme miles de estrellas deslactosadas.
Quiero el solsticio de invierno para tener más horas de soñarte, al verano húmedo y caluroso de la realidad aciaga.
Quiero beber los taninos de tus labios, a morir envenenada por el mal de amor.
Quiero mi playa desierta, mi mar quieto a la furia de mi huracán interno.
Y ahora quiero a James Spader que es pelado y con lentes, antes que a George que se cree perfecto.
jueves, 17 de junio de 2021
Welcome aboard
Después de siete meses decidimos que era hora de volver a visitar a madre y resto del mundo.
Tardamos un tiempo en tomar coraje de sacar los pasajes, pero finalmente lo hicimos.
Reservamos un Uber para ir de Punta a Montevideo, y a las 4 a.m. de la madrugada, pasó, a la que llamaremos Loreley, a buscarnos.
Emprendimos viaje a esas inhóspitas horas, decididas a no sacar la vista del camino por si a Loreley se le daba por dormirse.
A unos 95 km de nuestro punto de partida, notamos que nuestra conductora designada, se desvía por un camino, que si bien nosotras conocemos, no lo hubiéramos tomado, y menos a esas horas.
Le preguntamos: estás segura de ir por acá? Sí, nos responde con total tranquilidad , la recontra conozco esta ruta!.
Ok, decimos, si estás tan convencida no tenemos nada que objetar.
A los cinco minutos, la vemos a Loreley, con el celular en la mano y la vista fuera del camino.
Ey, Loreley! Pasa algo?
No! Es que no encuentro el Waze porque cambié de teléfono y me parece que no estamos yendo bien…
¿Perdoooón? Cómo que no sabés si estamos yendo bien? Pará el auto un minuto y buscá el fucking Waze.
Ya, a estas alturas, estábamos apenas un poco más que nerviosas.
Frenamos, busca la puta aplicación y le dice: terminal de Buquebús de Montevideo.
Bueno Loreley, arrancá porque honestamente no andamos con ganas de perder el barco. ¿Te parece?
Sí, dale, nos dice, como si fuésemos íntimas amigas y estuviésemos de paseo.
Hacé una cosa, para que no tengas que mirar cada dos segundos el teléfono, poné la App en altavoz, pedimos nosotras sin sospechar lo que siguió a continuación.
No sabemos qué mierda entendió doña Waze, y empezó:
A 400 metros gire a la derecha en el Ebro, y luego gire a la derecha por el Tajo.
What??? Dijimos nosotras. Qué raro que en Uruguay haya calles con nombres de ríos españoles…
Mientras tanto Loreley seguía manejando como si nada. Al no doblar obviamente hacia el Ebro, Waze comenzó a desesperarse y repetía: gire a la derecha, gire a la derecha, gire a la derecha, gire a la derecha. Después del séptimo gire a la derecha consecutivo,sentíamos que el Waze había cobrado vida propia y estaba gritándole a Loreley gire a la derecha pelotuda !!!
Ya con los nervios de punta, siendo las 5:15 de la madrugada, la conminamos a Lore, pará el auto o te lo rompemos todo!
Logramos corregir el rumbo hacia el puerto de Montevideo una vez que la app comprendió que le hablaban en uruguayo.
Para hacer la historia corta, 12 horas después estábamos en Juramento puteando a la vecina de arriba que sigue con los zuecos de madera puestos desde el año pasado.
Bienvenida a la Argentina y la remil que te parió.
P.D: Loreley never more
lunes, 26 de abril de 2021
Abierto de día
Cinco meses y seis días de nuestro cambio de domicilio y seguimos felices. Raro viniendo de nosotras, pero así de cierto como que nos llamamos Soysola.
No sólo cambiamos de lugar geográfico sino que también lo hicimos con las costumbres.
Para nosotras, AP (antes de Punta), el rango horario entre las 7 y las 12 lo había creado Dios para dormir. Siempre sostuvimos que de madrugada no existe nadie salvo los extraterrestres. La vida comienza a las 14, después del desayuno.
Ahora, en nuestro nuevo hogar, cosa e mandinga, nuestro día empieza entre las 7.30 y las 9, dependiendo de la pesadilla que hayamos tenido. Salimos a caminar, a veces, porque pedinos que cambiemos pero no tanto, y a las 10 y monedas estamos en el taller hasta las 16. A las 17 estamos bañadas y con el pijama puesto. Entre las 19.30 y 20.15 cenamos y después de lavar los platos, sí, cocinamos y lavamos también los platos, nos metemos en la cama. Netflix y a las 00 entramos en el quinto sueño.
No nos reconocemos. Quienes somos? En qué nos han convertido los uruguayos? Dónde quedaron los otros yo de Soysola? Porque con este ritmo de vida, no nos da ni siquiera para ser más que una sola. Devuélvanme a una por lo menos!
Por la compañía aunque sea...Prometemos usar barbijo.
Otra cosa que cambiamos en este país son nuestras conductas sociales. AP nos encantaba encontrarnos con amigos, salir a tomar café, cenar etc.
Desde que estamos acá si hablamos con cinco personas es mucho. Una por mes. Y no necesitamos más. Bah, no es que no necesitemos. No queremos.
Seguimos estudiando uruguayo. Una viene acá pensando que hablamos el mismo idioma, pero no. Más allá del botija y los championes, se nos dificulta entender, en algunas ocasiones, la sintaxis.
El argentino te chamulla, y el uruguayo empieza de atrás para adelante, lo que hace que torzamos la cabeza, achinemos los ojos y estiremos el cuello como si de esa forma entendiéramos mejor lo que nos quieren decir.
A veces tardamos unos 40 minutos en entendernos, pero al final lo logramos.
Así y todo los queremos. Son amables, buena onda. Nadie se pelea, nadie se putea. O sea, no pensamos volver a Argentina ni en pedo.
Siendo las 20.37 hs, enfilamos para la cama.
Soysola 1 - Vida Social 0
miércoles, 7 de abril de 2021
Soysola llegó para quedarse
Excelente, para qué mentirles. Tenemos un taller, que sería el soñado si no tuviésemos que pagar alquiler y el aire acondicionado anduviera.
No está demás comentarles, sin ningún tipo de pudor, que si pudiésemos, echaríamos a los pocos habitantes de Punta del Este, para tenerla para nosotras solas. Somos dos, yo y mi otro yo...quién necesita más...¿no?
miércoles, 20 de enero de 2021
Bimestre
domingo, 10 de enero de 2021
LA FELICIDAD
Extrañamos un poco Juramento, solamente porque ahí conocíamos a los vecinos a los que podíamos putear.
Acá todavía no nos conocemos ni a nosotras mismas, menos al vecindario. En un piso de seis apartamentos, sólo lo habitamos dos, el 1401 y el 1406. Y uno de esos dos grita, no siendo nosotras una de ellos.
Los de arriba, descubrimos, son nuestros imitadores. Si vamos al baño, ellos también, pero bajan el agua unos segundos antes, cosa que a nosotras nos da la sensación de que nos están cagando encima. Unos amorosos.
Otros, no sabemos de qué piso, hacen asado todos los días. Como acá es con leña usualmente, siempre estamos con el matafuegos en la mano pensando que se incendia el edificio.
Otro cantar son los vecinos de ciudad. Muchos todavía no conocen el término "distanciamiento social" así que nos la pasamos eludiendo a los antibarbijo. Pero parece que eso no es solo acá y es mundialmente conocido como "los pelotudos de siempre".
Los uruguayos, además del fútbol, tienen otra pasión que notamos anoche. Aparentemente es un deporte nuevo y consta de prender los motores, acelerar y ver quién sostiene más tiempo el pie en el acelerador. El que más ruido haga es el ganador suponemos. Si no, no estaríamos entendiendo la gracia del juego. Anoche debe haber habido un campeonato, al que casi salimos a celebrar como los criollos a los ingleses en las famosas Invasiones. Decí que desde un piso 14 el aceite llega frío a la planta baja.
La playa, bien gracias, solo la pisamos dos veces. Somos el Grinch de las vacaciones.
Como ya conocemos los bueyes con los que aramos, no va a faltar quién nos diga: "ehhh, vos siempre te la pasas quejándote".
Y sí, así somos. Y les respondemos con todo el amor del mundo y la delicadeza que nos caracteriza "andáte al aparato o cavidad reproductora de tu abuela".
Nosotras somos felices a nuestro modo. Y aunque no lo crean, acá somos felices.