Érase una vez, una mujer un tanto colapsada por la situación, que dejó sobre su cama italiana, una bolsa con toallas y sábanas sucias, prontas para el lavadero. Pero hete aquí, que no las pudo llevar al lavatutti italiano, ni meter en la valija, antes que el avión partiera, porque si no, no vería a su padre aún con vida.
La señora entonces, llamó por teléfono a una fémina ítaloamericana, suplicándole le enviara sus cosas a su país natal, cosa que esta buona donna hizo.
Tras un mes de llamados, rastreos, e-mails y unos cuántos euromorlacos, el envío llegó casi a destino.
Casi, bien decimos, ya que la ingenua mujercilla, confió en que un señor llamado Guillermo Moreno, al que ahora han mandado a molestar al Papa, no la trataría de traficante de armas.
Y una destemplada mañana de noviembre, doña ignota Elizabeth Andrea, recibe un correo, notificándole que sus toallas mojadas, sus sábanas sucias, su edredón de plumas y sus preciadas herramientas , vienen a ser algo así como "una importación textil" retenida en la aduana de Ezeiza.
Sí señores, de ahora en más, esta pelotuda dama, se ha convertido en la traficante N'1 de mercancías textiles importadas. He pasado a ser BUSCADA por los agentes de C.I.P.O.L, la C.I.A, el F.B.I, Scotland Yard y Los Gansos de Viena, la Batucada Carioca, y la Policía Montada.
Todo esto, por tres toallas de mano, una bata, un toallón, una juego de sábanas, un piumino y una bolsita con herramientas de trabajo. Raro que no me hayan pedido la captura internacional por terrorista, cuando en dicha bolsita, venían armas mortales, tales como lancetas, devastadores, lama de goma y de acero inoxidable, lápices para porcelana, y algún que otro sello de metal, madera y cerámica. Extraño también, que no hayan solicitado, mi extradición, cárcel y horca, por tráfico de metales preciosos, dado que portaba entre mis "textiles" dos frasquitos que contenían oro y platino líquido, para tercer fuego (término cerámico, a no confundirme con piromaníaca).
Quizás por esta importación de productos textiles adquiridos a través de la mafia siciliana, me pidan que exporte por el mismo monto, misiles aire-tierra cargados con ojivas de plutonio, o soretes del Ganges.
Aleluya damas y caballeros! He logrado convertirme gracias al poco criterio de un grupete de cerebros de mosquito en una bagayera vieja nomás!
Digan que rompí tanto las pelotas con mi piumino (edredón) que si no les diría que se lo metan por el culo y se lo saquen por las orejas.
No daremos el brazo a torcer! Ahora desde la clandestinidad del blog que tiene mi nombe y apellido, dirección, teléfono y C.U.I.T, voy a convertirme en el F.L.E.E.S.Y.T o Frente de Liberación Elizabethista de Edredones, Sábanas y Toallas.
Citando al héroe de la Revolución Setentista Mexicana, el Chapulín Colorado: Síganme los buenos!
La señora entonces, llamó por teléfono a una fémina ítaloamericana, suplicándole le enviara sus cosas a su país natal, cosa que esta buona donna hizo.
Tras un mes de llamados, rastreos, e-mails y unos cuántos euromorlacos, el envío llegó casi a destino.
Casi, bien decimos, ya que la ingenua mujercilla, confió en que un señor llamado Guillermo Moreno, al que ahora han mandado a molestar al Papa, no la trataría de traficante de armas.
Y una destemplada mañana de noviembre, doña ignota Elizabeth Andrea, recibe un correo, notificándole que sus toallas mojadas, sus sábanas sucias, su edredón de plumas y sus preciadas herramientas , vienen a ser algo así como "una importación textil" retenida en la aduana de Ezeiza.
Sí señores, de ahora en más, esta pelotuda dama, se ha convertido en la traficante N'1 de mercancías textiles importadas. He pasado a ser BUSCADA por los agentes de C.I.P.O.L, la C.I.A, el F.B.I, Scotland Yard y Los Gansos de Viena, la Batucada Carioca, y la Policía Montada.
Todo esto, por tres toallas de mano, una bata, un toallón, una juego de sábanas, un piumino y una bolsita con herramientas de trabajo. Raro que no me hayan pedido la captura internacional por terrorista, cuando en dicha bolsita, venían armas mortales, tales como lancetas, devastadores, lama de goma y de acero inoxidable, lápices para porcelana, y algún que otro sello de metal, madera y cerámica. Extraño también, que no hayan solicitado, mi extradición, cárcel y horca, por tráfico de metales preciosos, dado que portaba entre mis "textiles" dos frasquitos que contenían oro y platino líquido, para tercer fuego (término cerámico, a no confundirme con piromaníaca).
Quizás por esta importación de productos textiles adquiridos a través de la mafia siciliana, me pidan que exporte por el mismo monto, misiles aire-tierra cargados con ojivas de plutonio, o soretes del Ganges.
Aleluya damas y caballeros! He logrado convertirme gracias al poco criterio de un grupete de cerebros de mosquito en una bagayera vieja nomás!
Digan que rompí tanto las pelotas con mi piumino (edredón) que si no les diría que se lo metan por el culo y se lo saquen por las orejas.
No daremos el brazo a torcer! Ahora desde la clandestinidad del blog que tiene mi nombe y apellido, dirección, teléfono y C.U.I.T, voy a convertirme en el F.L.E.E.S.Y.T o Frente de Liberación Elizabethista de Edredones, Sábanas y Toallas.
Citando al héroe de la Revolución Setentista Mexicana, el Chapulín Colorado: Síganme los buenos!