martes, 28 de enero de 2014

Solicitudeando

Solicito a usted, que está leyendo atentamente y sin compromiso, tenga a bien averiguarme dónde han ido a parar mi niñez, mi adolescencia y mi juventud.
La madurez está viniendo sola, sin que nadie la haya llamado, y para qué mentirle, no es algo demasiado agradable. Conlleva, o contrae, demasiadas obligaciones y pocas satisfacciones, muchos problemas y algunas soluciones. ¿La mujer madura y el hombre reverdece? ¿O simplemente nosotras nos asentamos y ellos se vuelven viejos verdes?
Le pido encarecidamente, si sabe la respuesta, respóndame a la brevedad. Mi brevedad es tan breve, que en cualquier momento voy a olvidarme qué fue lo que le encomendé.
Los años pasan, se quedan un rato y se van. A veces se suceden rápidamente, otras con la lentitud de un caracol. En cualquiera de los casos, lo único que queda al final, es la baba.
Si ha visto por ahí mi cerebro un poco arrugado y le apetece devolverlo, le agradecería profundamente, si primero lo lleva a la tintorería de París y lo hace planchar. Luego pasa por la Sorbonne y le inocula un poco de sabiduría, la cuál se ha disuelto, aparentemente,con el correr de la vida . Quizás también, le haga falta una carga neuronal. Son seis pilas doble A. Le pagaré apenas haya comprobado que no es el mío.
Si se topa con mis ojos, que han perdido el encanto, no se asuste, sólo aléjese, porque no lo ven de cerca. Si fuese tan amable, le pone un par de lentes graduación 2.50 y con eso solucionamos las confusiones causadas.
Retomando con el pedido anterior que incluye mi cerebro, ¿podría usted pasearlo unas horas por el Louvre, el Pompidou, Musée Picasso o el D´Orsay? Cualquiera será bienvenido, ya que gracias al calor agobiante y las lluvias de enero, los recuerdos se han achicharrado y/o/u enmohecido.
Si por esas casualidades de la vida, se tropieza con mi boca, le doy varias opciones ,a saber: 1)le pone un gancho.2) La hace ojales y le pone botones. 3) La cose con tanza, hilo sisal, o choricero. 4) La sella con silicona, esa que no deja pasar el agua, 5) directamente le saca los dientes y no la deja comer.
Si en alguna esquina ha encontrado mis senos, llévelos con urgencia a la salita más cercana que encuentre de primeros auxilios. Necesitan oxígeno para poder incorporarse. No, no están caídos, sólo están desmayados. Sirve también un poquito de sal debajo de los pliegues, si no consigue levantarlos a upa.
Y por último, haga un pequeño esfuerzo más, sé que es mucho lo que pido...si le anda sobrando tiempo, dinero y ganas, ¿me regala un poco de imaginación, creatividad y lucidez? No las encuentro en el mercado blue.

miércoles, 22 de enero de 2014

Las vereditas de Buenos Aires tienen ese no sé qué

Caerte en las calles de Buenos Aires, tiene ése qué se yo. ¿Viste? No cualquiera cae con gracia, y seguramente no seré la primera en lograrlo.
Esta mañana calcé mis sandalias y me dije: hay un 98% de probabilidades de que hoy me estrole en alguna vereda de Belgrano. Y como soy una chica que hasta que no consigue lo que se propone, no para, lo logré. ¡Sí señores y señoras, pero no es todo mérito mío!
Macriylaremilputaqueteparió es uno de los grandes contribuyentes y el otro, esta moda del orto de las plataformas. ¿A quién carancho se le ocurrió que quedaba buenísimo reflotar la década del 70? ¿Tendrá que ver con esta vuelta nacional y popular? ¿Será que la mayoría de nuestros gobernantes son Vox Dei, Sui Géneris, , La Carpa del Amor, Los gatos, Sandro y los de Fuego y ya que volvimos, volvimos con moda y todo?
¿No fueron suficientes los esguinces sufridos por las minas de ésa época? ¿Acaso nadie se da cuenta que siguen siendo igual de espantosas o más, que en mi niñez? ¿Cuál es la ventaja de parecer más alta por un rato, si cuando te sacás esos mamotretos, seguís siendo la misma enana de 1,58 mts de toda la vida? ¿A quién vamos a engañar? Yo tenía una depiladora, Antonia, que en paz descanse, que me decía a mis tiernos 13 años: m´hija, altos, bajos, ¿qué importa? Si en la cama se acaban las diferencias.
No lo entendí hasta varios años después. Un poco lenta de entendederas venía la nena.(Una genia Antonia, la gallega, que tenía las frases más maravillosas para desasnar adolescentes)
De todos modos sigo pensando, que lo elegante , sexy y que te hace buenas gambas, son los famosos taco aguja y no estos zancos disfrazados de zapatos.
Pero volviendo al tema que nos atañe…Mi caída, si bien lo único que hirió fue mi orgullo, tampoco lo lesionó tanto.
Creo que otro de los factores desencadenantes, y la providencia de no haber quedado mi ego tan maltrecho, fue que en ésa esquina había tres jóvenes adonis, con pinta de forasteros, que estaban uno mejor que el otro. Y yo, que parezco boluda, pero no lo soy, aterricé bien aterrizada a los pies de los tres muchachos. La única cagada, es que George (en mi imginación) Robert Downey Jr. y Johnny Depp,  dijeron al unísono ¿señora está bien? ¡Señora tu abuela querido!
Gracias a D´s, mi reacción fue un poco más decente que lo que se me cruzaba por la cabeza, y me largué a reír, cosa que hizo que los tres relajaran y me ayudaran cuál morsa en barco de pesca, a levantarme. George estiró su mano, a lo que con la testarudez que me caracteriza, primero me negué, hasta que me dí cuenta, que con mi patético estado físico y esas plataformas de mierda, iba a ser muy difícil poder incorporarme. Así que tomé su mano, pero no fue como la Cenicienta, ni La Bella Durmiente, ni ninguna película romántica hollywoodense. No me convertí en flaca.
 Fue más bien, para ellos, la buena acción del día: ayudemos a la vieja que se cayó. Lo que se dice toda una mitzvá (para los neófitos en judaísmo, mitzvá significa justamente eso, buena acción).
Los jóvenes extranjeros, tendrán para contar de su paso por nuestro país, cómo vieron aterrizar un OVFI (objeto vetusto femenino inidentificable) en el medio de la calle.
Por suerte no dejé un círculo y ahí volverán a crecer las baldosas algún día. O eso creo.


viernes, 17 de enero de 2014

Volveré y seré millones de Bridget Jones.

Bridget Jones, la vuelta. Así se llama el libro que compré para que sea mi próxima lectura de verano.
No leí ni siquiera la contratapa. Sólo abrí una página al azar y decía: Día no sé cuánto, 78 kgs.
Listo. No hacía falta que leyera más. Soy la BJ argentina. Con la minúscula diferencia de que Bridget se acostaba con Hugh Grant y terminaba de novia con Colin Firth. Cualquiera de los dos está mejor en comparación a lo que remotamente fueron mis maridos y parejas. ¡Así no vale!
Parece que en esta tercera entrega enviuda y se lanza a las redes sociales. Yo viuda no, no sé si decir lamentablemente, pero de redes sociales te sé más que cualquiera.
Empecé allá lejos y hace tiempo con el ICQ y con eso ya te dije todo. Vieja redera, si las hay, aún cuando suene como el culo. ¿Cuál querés? ¿Cuál te gusta? ¿Jewish Café? Muy religiosos. ¿JDate? Muy pelotudos, salvo uno que no me da bola. ¿Match.com? Nada que se pueda llamar decente. ¿Meetville? No duré ni un día.¿Twitter? No lo entendí. ¿Facebook? Sólo como ventana al mundo.¿Zonacitas? No me dió confianza. ¿Singlesclub? Suena a swingers y todavía a tanto no llegué.¿Delacole.com? Mejor ser goy. Ahora estamos probando, ya saben, yo y mi otro yo, Tinder. Aplicación sugerida por otra amiga bloggera e igual de soltera, pero mucho más inteligente. El hombre más lindo que encontré y con el que tenemos mucho en común, justamente es primo de ella y amigo mío, por ende ella no puede porque sería incesto, y yo lo quiero demasiado como para cagarle la vida.
Bridget Jones no tiene derecho a quejarse en un libro. Si analizamos los motivos, uno, por los antes expuestos Grant y Firth. Dos, porque vive en Londres, y si vivís ahí, no podés bajo ningún punto de vista, quejarte!!. ¡Te reto a que vengas a Buenos Aires y ahí decime quién tiene derecho a protestar! Tres, porque en UK encontrás ropa para todos los talles, así que no me jodas.
Si en la próxima película le ponen de galán a George Clooney, entonces se va a armar quilombo.
Con lo dicho, nos damos cuenta que nuestro humor en el día de la fecha no es el mejor. A soltera con historias no me va a ganar ninguna Reneé Zellweger que engorda y adelgaza como si fuése tan fácil, sólo para hacerse pasar por una como yo y encanutar unas decenas de millones de dólares, que dicho sea de paso, me doy cuenta ahora, me corresponden en cotitularidad de vida.
Así que expeditivamente pasemos a los pedidos.
Quiero el nutricionista de la mina, que me haga adelgazar sin sacrificio. Quiero el diario de Bridget Jones, para escribirle algunas páginas de las mías. Quiero a Colin Firth, a Hugh Grant y a George obviamente.
Y tengo otros quieros que no tienen nada que ver con el resto. O sí, no sé. Qué se yo. Como siempre, no tengo idea.
Quiero tener los ovarios para saber que la vida pasa y no deja nada. Quiero el poder de decisión sobre mí misma, sin pensar tanto en los demás y en el futuro incierto.
Quiero vivir en los campos de Van Gogh, entre esos amarillos y azules que nunca más nadie pudo recrear. Quiero ser un Botero, y estar colgada siendo admirada y no criticada por las redondeces.
Quiero navegar un rato a solas en mi cerebro, para descubrir qué es lo que funciona mal y revivir algunas neuronas que han comenzando a morir.
Hoy no quiero ser la que soy, sino la otra que sería si no fuese la misma de siempre. Quiero el Norte mirando al Sur, y las constelaciones en el Este. El Oeste no me gusta mucho, vaya uno a saber porqué.
Quiero entender lo que quiero, aunque prefiero seguir sin saberlo porque si no, la vida sería muy aburrida. Y por último,por el bien de todos, quiero recuperar el humor perdido en algún momento del día.



sábado, 11 de enero de 2014

48, il morto chi parla

Ya transitando el último día de mis 47 años siento, como siempre y en todos los aspectos de mi vida, una gran ambivalencia. O sea, nada nuevo.
Siendo desprendida como creo que soy, no entiendo porqué me cuesta tanto despegarme de los 47. ¿Qué? ¿Le tomé cariño de golpe al número impar? Si durante toda mi existencia tuve la certeza de que los impares eran de mala suerte, cosa que comprobé este 2013, ¿resulta que ahora los amo y me niego a dejarlos partir? ¿Me habré vuelto una idishe mame, que me cuesta tanto largar a los añitos a que hagan su vida, no sea cosa que después tenga el síndrome del nido vacío? Oy vey! ¿Fueron años de sangre, sudor y lágrimas, para verlos crecer a lo largo y más a lo ancho, para ahora, así como así, decirles adiós? ¡No, no y no! ¡No quiero! ¡No quiero crecer más!
Habíamos hecho un pacto. ¿Era con Dios o el Diablo? No me acuerdo, pero no importa. Yo me comprometía a ser una inmadura toda mi vida, si a cambio me estancaba en los 40 redondos. ¿Para qué sigo cumpliendo con mi parte, si ellos hace 7 que no cumplen con la suya? ¿De quién es la culpa? ¿Del chancho o del que le da de comer? No pregunten quién es el chancho…
El día que cumplí 40, una amiga me dijo: vas a ver que ahora, estás más allá del bien y del mal, te cagás en todo. Y tenía razón. Con la pequeña diferencia, que no me dijo, que cuando llegás a los 48, te cagás, pero encima.
48, il morto chi parla.  ¿Será que es lo mismo que estar muerto pero vivo? Digamos, seguís respirando pero es como si no existieras.
Los niños te miran con cara de susto cuando les hablás, porque te ven grande. Para los pendejos sos una vieja chota, porque ya ni entrás en la categoría de me cogí una veterana. Veterana sos a los 33.
A los 40 sos mayor y te miran los de 60, y vos como eso todavía te parece algo exótico, salís.
A los 48 (no me jodan, es lo mismo que 50) te piropean los de 75 para arriba, si es que no se les caen los dientes al abrir la boca. Uno de tu edad, es una utopía. O están casados, o están con esas trolas de 30. Sí, porque cuando estás llegando a los 50, las de 30 pasan a ser el enemigo número uno.¡Otra que la celulitis! La celulitis es tu mejor amiga al lado de una mina de treinta y pico.
Así como cuando éramos pendejas íbamos de levante a los boliches, y agarrábamos muchas veces, lo que otras dejaban suelto, entre los 60 y los 70, iré a la puerta de los cementerios a levantar viudos, si es que no están seniles o cerca del arpa. Dientes seguro que no tendrán, y es muy probable que yo ya no tenga ni ganas de tocar ni de que me toquen, con lo cuál, parece que ahí está mi oportunidad de encontrar la llave de la felicidad, o del mausoleo.
Sex and the City y la puta que te parió! ¡Y lo mismo para vos, Comer, rezar, amar!
¡He recorrido el mundo entero y nada! ¡Sólo comer!
Cualquiera podría decir que soy una resentida. No señores, no estoy resentida, cumplo 48 años en 24 horas y en todo caso, estoy deprimida. Pero resentida, jamás. Las capricornianas no nos resentimos nunca, nacimos de mal humor, nada más.
En pocas horas más voy a festejar que me convertiré en una vieja solterona, sin hijos, sin marido, sin pareja, sin actividad aparente, ni física ni neuronal, sin candidato a la vista y sin vista.
Esos que te felicitan y te dicen, ¡qué bien!¡Estás en la mitad de tu vida! NO, no estoy en la mitad de mi vida, porque dudo mucho llegar a los 96, antes me suicido. Imaginate si a los 48 soy así, lo que puedo llegar a ser con más de 90. El Guasón plastificado, con el cuerpo de María Martha Serra Lima y la ironía de mi zeide Salomón. ¡Dios no les permita cruzarse en mi camino!
Y si siempre pido porque sí, hoy voy a pedir tres deseos porque es mi cumpleaños.
Quiero tener 40.
Quiero tener 30.
Y quiero a George Clooney envuelto para regalo con una Nespresso bajo el brazo.