miércoles, 29 de octubre de 2014

Tras la tormenta vuelve Soysola

Después de toda tormenta viene la calma. Eso dicen. Llueve y truena sobre Buenos Aires, y esperemos que esto no sea el diluvio final, porque más hundidos de lo que estamos dudo que podamos estar.
Nosotras zafamos porque venimos con salvavidas incorporado.
Aryentain está bajo agua y cuando emerja flotará sobre un mar de mierda. ¡Sí que estamos positivas hoy! Y eso que en el Facebook nos nominaron para cinco días de posteos positivos con tres puntos sobre las íes. Pero ya avisamos que nosotras tenemos el positivismo prohibido por religión y sólo se nos permite pensar algo lindo una vez cada seis meses, así como pedimos perdón una sola vez al año.
Esta semana ya nos pasamos de rosca y adelantamos pensamientos hasta el 2056.
A saber: 1ro- nos alegramos y bailamos en el casamiento del hijo de nuestra amiga aún cuando no comulgamos con el apartheid jasídico. Cortina mediante, sombreros voladores y pelucas modernas, fuimos felices por ocho horas ocho, y hasta aceptamos bendiciones, deseándole a los recién casados una vida plena y muchos hijitos.
2do-Tras una semana de furia loca, amainamos los vientos y decidimos darnos una segunda oportunidad en el amor. Pasamos de Soysolaotravez a Soysolasemiacompañadaporahorayaveremossientendistealgo.
3ro- Vimos convertirse en Lic. a un ser amado, y nos emocionamos de saberla convertida en una mujer, profesional, capaz, con un futuro brillante y un ser humano bellísimo.
4to- y último decidimos llegar a los 50 en forma. O con forma mejor dicho. No redonda sino al menos cilíndrica.
Suficiente de buenos sentimientos para mí y mis otros yos. Tengan conmiseración por favor, que no sabemos si nuestro cerebro puede con semejante presión.
Nuestro psiquiatra no va a estar contento, le estamos quitando una fuente de trabajo. No importa. Mañana no tomamos la medicación y vamos a terapia sacadas, cuestión de conformar a todo el mundo.
Sigue soplando el viento en Belgrano, y no trae buenas nuevas. Más parece que se las va a llevar.
Para no perder una buena costumbre, vayamos a los pedidos del mes.
Quiero a George de nuevo, ahora que me ví linda en una foto. Quiero publicarla en internet y cuando GC se googlee a sí mismo, encuentre la foto con un epígrafe que rece: "Mirá boludo lo que te perdiste".
Quiero no convertirme en lo que no soy para seguir siendo una de las tantas que ya habita dentro mío. Van saliendo de a poco y cada una tiene su turno.
Quiero un palo borracho cargado de vino rosé y algodón de azúcar. ¿O quiero el borracho que está al palo? No sé. Sólo sé que no sé nada, en este momento y nunca.
Quiero ser la reencarnación de Tutankamón para ir a Titanes en el Ring y hacer de la Momia.
Quiero no volver a escuchar alguien (adulto) que me pregunte si en Budapest hay muchos templos budistas, y al responderle porqué se le ocurre semejante barrabasada, con toda seriedad me conteste: porque los que viven en Budapest se llaman budistas.
Quiero un cuadro de Renoir, el Palacio Real de Pekín, la Pirámide de Egipto y el pelo de Rapunzel.
Quiero ser locamente amada que amar a un demente.
Quiero participar en un capítulo del Crucero del Amor, y que Isaac Washington me prepare un daikiri de frutilla.
Quiero irme y volver. Volver e irme cientos de veces. Crear el diccionario de Soysola, y que la primera palabra con A sea Alplax, y la última con Z, Zoloft.
Quiero encarcelarme en la Atlántida, rodeada de guardianes delfines y compañeros orcas, para no sentirme la única ballena asesina.
Quiero seguir queriendo lo imposible, porque lo posible, posiblemente ya lo tenga y evidentemente es lo que me enloquece.
Quiero ser Soysola hasta la muerte, aún cuando la misma me encuentre acompañada.









domingo, 19 de octubre de 2014

Tanto tiempo sin vernos

Hola, ¿que tal? ¿Puedo pasar? Soy yo, Soysola de nuevo.
¡Sí señores, he vuelto y somos millones!
Estamos yo, mi yo primario, el secundario, el terciario, el universitario y ahora también, señoras y señores y porqué no lactántricos, el geriátrico!
Tras un período de nosoysolez, aquí estamos todas nosotras como si el tiempo no hubiese pasado.
Hemos tenido fiestas en familia numerosa, con y sin peluca, pero siempre con knishes y lajmashin. Ahí notamos que el famoso paso de los años, es absolutamente real y tangible,por varios motivos. Ejemplos. Te sientan en la mesa con tu mamá, tus hermanas y los abuelos varios del plantel jóven de la otra sociedad familiar. Ya no bailás tanto como antes en virtud de que la pista está ocupada por los treintañeros y pequeños saltamontes. Además vos y tus otros yos, no están en condiciones de romperse ninguna cadera y menos un implante dental. Ni te cuento si en algún zarandeo jasídico te vuelan los multifocales que te costaron, literalmente, un ojo de la cara. Y por ultimo, en tu carterita de fiesta o "clutch"(que no sabremos nunca qué significa), en vez de tampones, llevás Omeprazol.
Pero volviendo a la situación que nos aqueja, la chotez se manifiesta en formato sentimental. 
Tenemos un Soysolo que te corteja, y a nosotras nada nos viene bien. Que si te quiere mucho, te asfixia, y si te da poca bola, ¿quién corno se cree que es que no se da cuenta la(s) mina(s) que tiene al lado? 
Se va y por un lado respiramos, pero por el otro, nos deprimimos al encontrarnos un sábado de madrugada, escuchando a Maria Martha Serra Lima cantando en Crónica.
No sólo nos deprime que cante"Como toda mujer" o "La tercera es la vencida", sino que nos asusta darnos cuenta que tenemos el mismo diámetro que la señora. Y esto, lo notamos, mientras masticamos una oblea rellena bañada en chocolate.
Entonces hoy, para hacerla breve, queremos: la capacidad de volver a ser una sola y no quinientas.
Quiero la locura que tengo, pero más quiero la que no tengo. 
Quiero saber decir no, en vez de asentir sin sentir de verdad.
Quiero la paciencia perdida, los años mozos, los mozos con pocos años y la mesa servida.
Quiero ser pasional sin morir en el intento, y quiero morir sin intentar morir en el intento.
Quiero tener la voz de Doña Serra Lima, y cantar a viva voz mis ganas de estar enamorada y encender el fuego de tu piel amada, como está cantando la señora.
Quiero que la gente me entienda sin tener que explicarme todo el tiempo, y encontrar mi Dr Spock que lea mi mente sin que yo abra la boca...ni la mente.
Quiero ser las bailarinas de Degas, y ponerme el tutú, ya que no sé manejar.
Quiero irme de viaje al infinito y decirle al mundo Ay amor, si yo pudiera abrazarte ahora, y que la vacuidad me responda al son del eco Ay amor, ay amor, ay amor, hay amor...
Quiero dejar de ver Crónica porque me está volviendo sociable, sensible y romántica, cosa que nos negamos rotundamente a ser.

jueves, 9 de octubre de 2014

Gataflorismo al por mayor

Soysolanotansola necesita aire fresco, pero para eso tiene que hacer cambios drásticos en su monoambiente cerebral.
Quiere ser soysola y sus otros yos no la dejan. Tampoco la deja él, que es él con sus otros eles.
Igual nadie supera a mis otros yos, que están mucho peor que yo y el primer otro yo que apareció allá lejos y hace tiempo.
Soysola no está acostumbrada a compartir cama, porque no entra en la suya tanta gente. Y esto no significa que sea polígama o amante de las orgías. Simplemente ya somos demasiadas nosotras mismas, como para andar regalando el poco espacio que nos queda. Además ellos roncan. Y si hay algo que no nos gustan son los ronquidos que traspasan los tapones de siliconas.
 Acostumbrarnos al quilombo de los bondis nos llevó veinte años (que es mentira que no es nada) y ahora pretenden que en veinte días nos banquemos ronquidos, codazos, piernas que te buscan a la noche, brazos que te despiertan en la madrugada y no para lo que estás pensando, sino para nada. Tenemos varios moretones a la altura de la cintura y antebrazo gracias a los movimientos incontinentes del ser humano que habita en la otra punta de la cama.
Todo tiene su precio, si querés pagarlo. He ahí la question diría el amigo Shakespeare.
Por ende queremos: estar acompañadas pero no pagar caro. Queremos libertad de movimiento nocturno y diurno también. Queremos un acariciador con mango de madera, motor y mano de silicona suave para no ser reclamadas a cada rato cuando nos pudrimos de sobar una mano por cuarenta y cinco minutos seguidos. Ya que estamos también pedimos a la sociedad de inventores físico químicos u odontológicos, que se salgan con algún aparato que te mantenga la sonrisa intacta ante cada chiste incomprensible.
Soysola no está segura de nada. Quiero la libertad absoluta de hacer lo que se me venga en ganas, y quien quiera seguirme, me siga sin hacer demasiadas preguntas.
No quiero ser desagradecida a la vida, pero soysola lo es, que vendrían a ser mis otros yos y otros más que me aparecieron en estos días, las que están como locas sin saber qué hacer. Quiero que se invente el amor a control remoto, personal e impersonal a la vez. Quiero una casa para cada uno y dos planetas de distancia. Quiero un mucho de paz y un poco de amor. Quiero ser siempre soysolapuntocom paseando por el mundo, y que el mundo se adapte a mí. Quiero a mis otros yos siempre conmigo, porque asumí que la vida así es mucho más divertida.
Quiero que deje de llover, porque se vuelven cataratas de amor incontenibles.
Quiero y no quiero, como la Gata Flora, que cuando se la ponen chilla y cuando se la sacan llora.