lunes, 13 de enero de 2020

Cincuenta y cuatro mal llevados

Chancleta dijo la partera y cincuenta y cuatro años después acá estamos.
Ya pasamos la mitad de la vida, aunque al ritmo que viene nuestra madre, si la longevidad es hereditaria, tranquilamente seremos Magiclick.
Si de achaques se tratara la vida, tenemos todos y aún no llegamos a la jubilación.
Estamos perdiendo la memoria. No sabemos si es por la edad o por el Rivotril.
Nos duelen las articulaciones, desde arriba hacia abajo y viceversa. El tracto digestivo empieza a ralentarse y la menopausia llegó para instalarse. Cada vez vemos menos, escuchamos menos, tenemos menos paciencia, dormimos menos y entendemos menos. Estamos en la etapa de la suma y la resta, con el único detalle que restamos más de lo que sumamos. Si de balance se tratara, las arcas están vacías.
El único beneficio de pasar los cincuenta es el que nos sentimos inimputables y decimos lo primero que se nos cruza por la cabeza. Total que a estas alturas para qué nos vas a refutar o contradecir, si de todos modos o no lo vamos a escuchar o no lo vamos a entender.
Cada edad tiene su belleza, nos decían de niñas. Pues bien, estamos esperando que venga el cirujano plástico para arreglar este desastre.
Todo lo que no hagas antes de los cincuenta, decía madre, después te va a costar el doble.
Lo que ella no sabía en ese entonces es que vendrían décadas de inflación, por lo cual no todo nos cuesta el doble, si no el triple y hasta el cuádruple. Cosas de la vida moderna, dicen...
La cuestión es que a nosotras la edad no nos vino de regalo, nos vino obligatoriamente.
¡Feliz cumpleaños a nosotras!






viernes, 3 de enero de 2020

Resoluciones de Año Nuevo cuatro días después

Hola, qué tal? Tanto tiempo ¿no?
Qué sé yo, se ve que no andábamos por acá.
El 31 no tuvimos tiempo de pensar ni pedir nada, por lo tanto no está mal que lo hagamos a cuatro días de empezado el 2020. Bastante rápido te diré, para lo que tarda nuestra familia a la hora de decidir cualquier cosa.
Nosotras no. Nosotras te decidimos todo en dos minutos. Un divorcio, una cirugía mayor, las compras del super, cambiar el color de pelo, engordar 30 kilos...Vos danos unos minutos y te resolvemos la vida. La tuya, la nuestra no tiene solución aparente.
Sabemos que las resoluciones son lo que te proponés para cumplir durante el año, pero como ustedes nos conocen, las nuestras vendrían a ser las cosas que queremos y sabemos que no vamos a conseguir a corto ni a largo plazo.
A saber:(recuerden que a la hora de querer, volvemos a ser una sola)

Quiero dejar de ser un Minion y volver a ser la Jessica Rabbit que fui. Aunque con parecerme a mí misma podría ser suficiente.
Quiero dar la vuelta al universo en calesita, para recordar que el mundo gira y no siempre tenemos la posibilidad de sacar la sortija.
Quiero recuperar la creatividad que perdí por algún mes del 2019. Se me estaría haciendo cuesta arriba congraciarme con mis manos.
Quiero volver a soñar y desterrar las pesadillas. Para malos sueños basta con abrir los ojos y ver la vida.
Quiero hallar la serendipia y resolver todos los enigmas de mis relaciones humanas.
Quiero navegar los ríos internos de tu alma a pesar de no haberte conocido jamás.
Quiero verter caudales de palabras sin sentido para que en alguna encuentres lo que necesitás.
Quiero parecerme a un aguacero de verano, refrescante, y no esta tormenta de invierno en la que me he convertido.
Quiero ser la conjunción perfecta de cuerpo y alma. Sé que no voy a lograrlo, porque tengo demasiado cuerpo y el alma me estaría quedando chica.
Quiero la gaviota en Portugal, el vino en la Toscana y tu perfil en el horizonte.
Quiero encontrarte alguna vez en la vida, amor,  aunque más no sea por un rato. 
Quiero tanto y quiero todo. Ya no quiero a George, cosa importante para destacar. De a poco empezamos a pedir cosas más realistas.
Quiero mucho, demasiado, y es perjudicial para mi salud.
Quiero y punto. Soy así, puro querer aunque me cueste la vida.
Resolución para el 2020, empezar por algo.
Feliz Año Nuevo!