Soysola había llegado para quedarse, no para perderse.
Casi un año aquí en las pampas uruguayas, y como por arte de magia Soysola se esfumó.
¿Qué le anda pasando? - nos preguntamos, yo y mi otro yo, ya que a ella no la vimos para consultarle.
A Shorsh no lo encontró seguro, lo firmamos.
Ni a Bradley ni a Brad Pitt tampoco. Es más, no encontró a nadie. La última vez que la vimos andaba más Soysola que nunca.
A lo mejor está hibernando. ¡Vaya a saber! La forma de oso ya la tiene…
Suponemos que en algún momento de este 2021 va a aparecer. En noviembre tiene que ir a Buenos Aires y les apostamos que la primera puteada va a llegar apenas pise Juramento.
Ponemos todas las fichas para su retorno con pitos y matracas en el 2022 ya que estamos planeando un viaje, pandemia mediante. Eso no se lo pierde ni en pedo.
Así como hay motores que funcionan a gas, con nafta, eléctricos y energía eólica, Soysola arranca si le ponen un pasaje de avión enfrente.
Quién te ha visto y quién te ve Soysola…