jueves, 22 de enero de 2015

Caribeando

Caribeando de 1,2,3,4,5,6 y7
Dado los acontecimientos recientes en Argentina, mi viaje ha pasado al olvido. Igual intentaré recrearlo aunque sea de la manera mas breve posible.

Uno pensaría que después de nueve vuelos transatlánticos y dos transcontinentales, mi pánico debería haberse curado, pero hete aquí que no.
Brote panicoso mediante, llegamos a Ezeiza a tomar el vuelo que nos llevaría a los brazos del amado...Morfeo.
Ya en el aeropuerto la paranoia se apoderó de nosotras y empezamos a mirar la cara de los demás pasajeros intentando adivinar si alguno era un terrorista.
Pero con dos miligramos y tres cuartos de droga en sangre, veíamos medio borroso y terminamos pensando, má si, si explota, explota.
Le rezamos al dios de la aeronáutica y del clima para que nos llevara sanas y salvas a la tierra prometida...el Aventura Mall.
Arribado el aparato de Da Vinci a la Florida, quisimos besar el suelo como el Papa Fran, pero nuestro ciático y el Rivotril no nos lo permitieron. Otra vez será. Igual cuando bajo del avión vuelvo a mi estado natural de ateísmo puro.
Domingo subimos al barco que nos llevaría al Paraíso con destinos varios, anche con la posibilidad de que alguno fuese el fondo del Mar Caribe.
Apenas embarcados nos topamos con una ambientación impresionista, de la época más oscura del Impresionismo, un tanto agobiante. Así que la fantasía de encontrar a Johnny Deep pasamos a la de suplicar no encontrar por ahí la oreja de Van Gogh o el bastón de Toulouse Lautrec.
Llegando al camarote, nos recibe Tri, nuestro asistente de cabina de la semana. Yes, decía, Tri, my name is Tri, como tres, y mostraba tres deditos. Casi le digo, qué hacé Tri Tri, como Minguito, pero me contuve.
Navegando.
Los Carnival Cruises, son el centro médico del Dr. Ravenna, pero al revés. Gracias a Dios y la Providencia, no había muchas flacas, con lo cuál yo pasé a estar dentro del grupo de las flacas, o para ser honestas, en el de las menos gordas. Ya eso, me hizo feliz por todo el resto del viaje.
A diferencia del crucero chic del año pasado, éste era la gras de la gras. Estirpe pura de de canadienses y yanquis de medio pelo para abajo. O para arriba, porque las mujeres tenían mucho cabello con peinados raros, y los hombres eran los Hell Angels con barbas largas sin la moto. Eso sí, todos tatuados sin distinción de sexo o edad. 
El único pelado del barco resultó ser Glen, nuestro mozo jamaiquino. La excepción a la regla. Quiero llevarme a Glen a casa. Me atendió, me cantó el feliz cumpleaños y me eligió la comida. Yo le decía, Glen, bring me a pollo, y él me respondía, poio no, you eat sopa de calabaza today! Y después te traía el menú entero. ¡Prueba, prueba, es good comida! Amo a Glen. Y también a los otros mozos, Danuel y Suastama (al que yo llamaba Sumatra, hasta que me puse los anteojos).
Puertos.
Primer puerto, Cozumel. Un guía chotísimo que no hablaba. Ruinas de San Gervasio, medio truchas, destiladero de tequila. Catando tequila a las 10 de la mañana, imaginarán como terminamos todos.
Y luego playa...linda...mmseee.
Segundo puerto, Belize.
Nos habían dicho que Belize era un sueño. Bueno, para nosotros fue una pesadilla. Llovía y los lugareños nos juraron que sólo era una pequeña shower de invierno, así que bookeamos para ir a hacer snorkel (él) y playa (yo) a una isla llamada Goff Caye.
Compramos un hermosísimo bolso típico en puerto y partimos a la aventura.
Durante los 40 minutos de viaje en pseudo barco semi techado, llovió como el diluvio final. Don't worry, ya va a parar nos decían. A esa altura la ropa, las toallas y todo lo demás estaba empapado. Hete aquí, que nuestro nuevísimo bolso bordado, no era a prueba de agua. En consecuencia, mi remera blanca, mis sandalias doradas, el iPhone, la toalla, mis manos y todo el piso del barco se tiñó de un bello color fucsia.
Llegamos a la "isla" que resultó ser un cacho de arena de 10x10, con una choza a modo de parador, en el medio de la nada misma. Si venía una ola digamos, un poquito más alta de los 30 cm, moríamos ahogados. Pero no nos ahogamos con la ola, sí con la lluvia. No creo que haga falta aclarar que puteamos desde que llegamos hasta que nos fuimos. Pasadas por agua y teñidas de fucsia.
Tercer puerto, Isla de Roatán. Primer regalo del cielo. Hermosa, recomendable para unas lindas vacaciones en familia, en grupo o en solitario. Hasta tenemos un video grabado para el psiquiatra, subidas a una silla voladora del Italpark, que nos llevaba a la playa. Valió la pena el vértigo.
Cuarto y último puerto, Grand Caymán. Ahhhhhh!! ¡Quiero ser millonaria y vivir ahí! Los departamentos sobre el mar salen entre 7 y 14 palos verdes. Las casitas más alejadas, nomás 350 lucas. Pero lo mejor de lo mejor, fue un diamante amarillo que de chusma entré a mirar, que salía arriba de los 300 mil dólares. Acá el lema del blog: culo veo, culo quiero. O quiero un culo que me lo compre.
La isla es perfecta. Sólo tenés que bancarte algún que otro huracán que arrasa con tutti, pero como hay guita para arreglar todo, listo el poio. No hay criminalidad, 100% alfabetización gratuita, salud para todos, y paraíso fiscal libre de impuestos. No es boluda CFK, que fue a asegurar su retiro jubilatorio ahí.
Prode: Cozumel 1, Belize 0. Roatán 7, Grand Caymán 10. 
Última noche en el barco, y todos bailando y chupando. Porque eso sí, el Carnival será grasa, pero es más divertido que Oktoberfest, y como si fuera poco, nos sentimos unas sílfides.
Y llegamos nuevamente a Rusolandia. Esto ya no es más territorio yanqui, es Moscú con playa.
Mi rutina habitual desde que desembarcamos, es, desayunar frugalmente, saludar a los vecinos del condo, que ya saben cómo me llamo,cruzar a la beach que los parió, bañarme y tomarme el 28 que me lleva directo al Aventura Mall. Y ahí zafarrancho!!¿Qué hacés si tu novio trabaja todo el día y hay un 70 % de descuento? Obvio.
Y así transcurren los días de Soysolapuntocom en ¡Mi a Mi chico!
Añorando mi Buenos Aires querido , si se me permite la ironía.





martes, 6 de enero de 2015

Cartita cortita a los Reyes

Sres.Reyes Magos:
Me he comportado como una señorita todo el año. A veces más señorita y otras un poco menos. De todos modos creo merecer que ustedes pasen por mi casa y me dejen en cada par de zapatos que tengo, algún regalito.
Tengo 48 pares, uno por cada año de vida. Los voy juntando porque no vaya a ser que venga Pepinucho Coliflor y no tenga qué ponerse. Además ya hemos constatado que los zapatos no hablan, ni tienen voluntad propia, así Pepinucho puede quedarse tranquilo.
(N de la R: Pepinucho Coliflor, famoso cuento de tortura infantil, inventado por mi madre para hacernos dormir, o mejor dicho llorar).
Así que con esta humilde misiva les pido:
1) A George Clooney sin la esposa.
2) Un par de binoculares.
3) Una casa en el Lago di Como para usar los binoculares de arriba y stalkear a George y señora.
4) Un certificado de insanía para que los carabinieri no puedan llevarme en cana.
5) Cuarenta pares de zapatos para asegurarme de llegar a los 88 con taco aguja.
6) Un broche de brillantes para cerrarme la boca y no comer.
7) Seis brazos de pulpo para complementar a los dos que poseo con gran similitud entre mi celulitis y las ventosas del molusco cefalópodo.
8) Un pasaje sin fecha de vuelta para recorrer el mundo con tranquilidad, entre tanta convulsión que hay.
9) Inteligencia para dejar de escribir pavadas, o en su defecto pavadas para no forzar mi inteligencia.
10) Una gran paciencia y bondad para no enojarme ante cada estupidez que oigo y digo.
Como ustedes verán señores Reyes, no pido demasiado.
Sin más me despido, rogándole a ustedes que al salir levanten la bosta de los camellos y la depositen en el correspondiente contenedor ubicado frente a mi edificio.
Saluda atte, Soysolapuntocom.


jueves, 1 de enero de 2015

Me lloro por no reír.

5..4..3..2..1..Feliz Año Nuevo!!
Y llegó nomás sin que nadie lo llame. El 2015 está aquí señoras y señores, para quedarse por doce meses. Ilusoriamente creemos que va a ser mejor que el que pasó, pero qui lo sait (o kilo de sal)?
Yo no, menos mis otros yos que están empezando a aparecer en este mismo instante.
¿Qué se les dio por venir justo ahora? Supongo que para socorrerme de la dominación dictatorial sobre el control remoto que tiene mi madre.
Mientras el mundo festeja que se les viene el porvenir de frente, de costado y de espaldas, nosotras ya hemos cenado un cacho de pollo con puré de calabaza, y estamos tranquilamente en la habitación del resort, mirando el programa favorito de Ña Rujele, que por supuesto es lo que hay que mirar.
No importa si a vos no te gusta, se mira y listo. ¿O qué te creés?¿Que por que vino un nuevo año las cosas cambian? Ya lo dijo el General, liberación o dependencia…a nosotras nos tocó la dependencia de servicio.
Así que aquí estamos, viendo TV5 MONDE, que yo llamaría TV5 MERDE. Como si hubiese tenido poco de franceses este año, tengo que pasar el último día con un señor de pelo blanco que tiene un programa tipo Sábados Circulares de Mancera, pero en franchute.
¡Nooo, no me tengan lástima! Ya nos la tenemos nosotras mismas. Me río por no llorar o me lloro por no reír.
Peor que yo la pasan los que están sentados en el set presenciando esa bizarrez de programa.
Estoy empezando a cuestionar seriamente la sanidad visual y cognitiva de mi señora madre.
Como no pienso siquiera intentar entender lo que dicen, me dedico a encontrar parecidos entre los asistentes a dicho cirque du déchets (basura) y los mediáticos locales.
Por ejemplo, el conductor, se parece a Cristiano Rattazzi . El mago que está por cortar en cuatro un palo, un palo, como leés, porque no le da el target para cortar una mina se parece a Marley con menos dientes. Y así, podría seguir y seguir, porque son cientos de pelotudos los que aparecen ahí. Y mi madre…sigue aferrada al control remoto como si fuese el último Alplax en el mundo.
Siendo ya el primer día del resto de nuestras vidas, pasaremos a lo importante que son los pedidos para los Reyes Magos que vienen el 6.
Queremos un control remoto para nosotras solas, en lo posible que venga con un televisor 42 pulgadas que hable en castellano o en su defecto inglés, con subtítulos. Francés no se acepta.
Queremos un colchón hotelero, o un hotelero que tenga su propio colchón para invitarnos a pasar la noche cómodas.
Queremos un ojo verde y el otro violeta, perche nos piacce.
Queremos el espíritu indomable de los bombos tehuelches para pedirle a la Pacha Mama que se apiade de nosotras.
Queremos el redondó del río donde hay mucha angostita para no olvidarnos nunca de Don Salomón y Doña Rosa, los vecinos de mis abuelos, y recordarlos siempre a todos con una sonrisa.
Queremos la lengua afilada del zeide y la bondad de la babe, aunque no fuese la combinación perfecta, porque era parte de lo que amabamos.
Queremos que Serrat nos componga una canción y nos la cante, y que Arjona quede mudo.
Queremos a George aunque él no nos quiera, porque eso es algo que si lo perdemos, se perderían todas las esperanzas.
Queremos subir un escalón más alto de lo que nos da el cuello, para ver el mundo que nos está vedado por la altura.
Queremos los sueños de Akira Kurosawa que son más agradables que los nuestros.
Queremos un cuadro de Monet, uno de Berni y una catedral donde colgarlos.
Queremos vivir una vida entera junto a tí, y perder la cabeza por tu amor.
Y por último y no menos importante, queremos, suplicamos, imploramos, que nuestra madre deje de ver estos programas pedorros.
Felisa me muero o Feliz Año Nuevo!!