jueves, 24 de diciembre de 2020

Felices Fiestas les desea Soysola

Se va el 2020 graciadió. Si bien estamos algo esperanzadas con las vacunas, dudamos sinceramente que el 2021 sea mejor.
Este año Papá Noel no viene porque las fronteras están cerradas y los renos tienen problemas para tirar del trineo con el barbijo puesto.
Así y todo nosotras vamos a pedir porque nos dimos cuenta que no pedimos nada en doce meses. Procedamos.
A quién corresponda:
Quiero un resarcimiento económico de parte de China por haberme robado un año de mi vida. El cálculo nos estaría dando la suma de u$s10.220.000, siendo la resultante de u$s1000 por hora por 8760 horas que tiene un año, más vacaciones y aguinaldo. Y si le agregamos lucro cesante, nos deberían unos 20 millones. Dólar más, dólar menos...Sí, si están pensando que cobramos mucho la hora, nuestro tiempo vale.
Quiero la playa para mí sola sin distancia social.
Quiero las olas sin viento con poco sucundum.
Quiero vestirme de novia para ir al altar y salir corriendo.
Quiero verde que te quiero verde, porque esto de estar madurando tan rápido empieza a tener olor a podrido.
Quiero un sinfín de conjunciones planetarias a ver si de una vez por todas te encuentro.
Quiero mover montañas de sentimientos que están escondidos detrás de vaya a saber dónde.
Quiero sacarme la máscara, esa que llevo puesta mucho antes de la pandemia.
Quiero un final feliz.
Simplemente quiero porque querer es gratis.
Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo! Que el 2021 nos encuentre, así de simple. 

domingo, 20 de diciembre de 2020

Feliz cumplemes

 Si es cuestión de festejar, nosotras te festejamos cualquier cosa. Hoy cumplimos un mes de nuestra nueva vida en Uruguay.

Para celebrarlo, el clima decidió sorprendernos con un temporal de viento de hasta 60 kms por hora. Para un auto es una velocidad estándar, pero para un viento en el piso 14 es como estar en el circuito de Monza.

No pasa nada, nos dijimos anoche. Es sólo cuestión de acostumbrarse al ruido del viento. Ningún edificio se derrumbó por esto ni tampoco le explotaron las ventanas.

Así que ahí marchamos a los brazos de Morfeo, decididas a soñar con Shorsh.

A la hora y media, con las pastillas en pleno efecto, nos despertamos con cuarenta y cinco micro infartos por segundo y nos arrepentimos de haber alquilado este departamento del orto por su vista.

El susodicho está estratégicamente ubicado a dos cuadras de la Mansa y a tres de la Brava, por lo que tenemos y que en meteorología solemos llamar : "putos vientos cruzados".

Esta noche, si el vendaval continúa, tomaremos nuestra frazada y nos iremos a dormir al hall de entrada del edificio en planta baja.

El resto de la vida, sigue igual. La pandemia también existe por estos lados, con lo cuál seguimos guardadas casi como en Buenos Aires. O sea, la misma vida de mierda. 

Como diría Chiquita Legrand, lo que no es puede llegar a ser, si te ven mal te maltratan y si te ven bien te contratan. Aún no sabemos en qué aplicaría para esta situación, pero creemos que nosotras todavía andamos por "lo que no es".

 N. de la R: nunca alquiles por un año entero en el Triángulo de las Bermudas.


miércoles, 2 de diciembre de 2020

On the rocks

Transitando nuestra segunda semana uruguayística, sentadas en el balcón mirando al mar, podemos confirmar que estamos al horno. No saber manejar en Buenos Aires no es un inconveniente, pero acá digamos que sí. Vamos caminando a todos lados, que podría creerse como un bello paseo, pero siendo nosotras quienes somos, un Minion, nos estaría costando bastante el desplazamiento.
Como el de los continentes. Lento pero seguro. Sentimos en cada caminata estar yendo desde América hasta Europa a pie.
Hoy nos levantamos de muy mal humor créase o no. A diferencia de lo que uno podría pensar, que el aire de mar te hace descansar mejor, a nosotras no.
Al principio creíamos que era por nuestro vecino con aires de leñador, que le da a la motosierra sin parar, o de los dos perros que de 20 a 22 hs ladran a coro, pero no, descubrimos que es por el colchón.
Si hay una desventaja en alquilar online con recorrido virtual, es que virtualmente no podés apoyar el culo en la cama para ver qué tal es.
El resultado es que alquilaste un hermosísimo departamento con vista panorámica a ambas playas, pero con una cama de fakir.
Todas las noches recordamos nuestro primer viaje a Roma, en el que las almohadas del hotel eran como dos columnas del Coliseo. La diferencia aquí es que toda la extensión del colchón vendría a ser como un bloque de hierro. De la Edad de Piedra pasamos a la del Hierro. Vamos avanzando! 
Hicimos memoria y nos acordamos que en nuestra bienamada Casablanca, nuestro hogar en Punta, peléabamos con nuestro padre todos los años, para que cambiara los colchones duros. En conclusión, Uruguay tiene el mismo problema que Italia. Los fabricantes de colchones. Es como estar en Europa.
Con decirles que estamos extrañando las almohadas italianas...
Marche un sommier on the rocks, please!