Como el de los continentes. Lento pero seguro. Sentimos en cada caminata estar yendo desde América hasta Europa a pie.
Hoy nos levantamos de muy mal humor créase o no. A diferencia de lo que uno podría pensar, que el aire de mar te hace descansar mejor, a nosotras no.
Al principio creíamos que era por nuestro vecino con aires de leñador, que le da a la motosierra sin parar, o de los dos perros que de 20 a 22 hs ladran a coro, pero no, descubrimos que es por el colchón.
Si hay una desventaja en alquilar online con recorrido virtual, es que virtualmente no podés apoyar el culo en la cama para ver qué tal es.
El resultado es que alquilaste un hermosísimo departamento con vista panorámica a ambas playas, pero con una cama de fakir.
Todas las noches recordamos nuestro primer viaje a Roma, en el que las almohadas del hotel eran como dos columnas del Coliseo. La diferencia aquí es que toda la extensión del colchón vendría a ser como un bloque de hierro. De la Edad de Piedra pasamos a la del Hierro. Vamos avanzando!
Hicimos memoria y nos acordamos que en nuestra bienamada Casablanca, nuestro hogar en Punta, peléabamos con nuestro padre todos los años, para que cambiara los colchones duros. En conclusión, Uruguay tiene el mismo problema que Italia. Los fabricantes de colchones. Es como estar en Europa.
Con decirles que estamos extrañando las almohadas italianas...
Marche un sommier on the rocks, please!
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