He aquí el blog. No sé muy bien cuál será el fin de esto, pero henos aquí. Quizás me sirva como catársis de mi locura, o una especie de diario de viaje para cuando me vaya.
 Tanto me han pedido, abrí un blog, abrí un blog, que finalmente no pude negarme al público que me aclama como si fuese Pablo Neruda.
Y ya que lo nombramos, hoy podríamos empezar por ahí. Espero decepcionarlos como seguro lo haré. Es para que después no me digan: che, no eras tan buena...


Quiero ser Pablo Neruda, para vivir en Isla Negra, ya que de todos modos vivo en el medio del más negro de los panoramas y mi vida son casi veinte  poemas y una canción de amor desesperado.
Quiero un pasaje de ida sin retorno, al mismísimo culo del mundo. Pero no en éste culo del mundo, sino en el otro, donde no tengamos que lidiar diariamente con las caras de traste sureñas. Me gustan más los trastes europeos, perdónenme, pero viene de sangre.
Quiero escaparme de mi misma, porque me persigo incesantemente, sin poder alcanzarme del todo.
Quiero encontrar al príncipe que no haya sido sapo antes, ni corra riesgos de convertirse en uno. Para convertidos ya tuve, y sin convertir también.
Quiero mis neuronas a mis órdenes y no a las de mi otro yo. Mi otro yo no las respeta tanto como yo, y termina confundiéndolas como me estoy confundiendo en este momento.
Quiero alguna vez saber lo que digo, porque no saber es cosa de todos los días.
Para hacerle el honor a Victoria A., quiero el enano chupatierra, que venía con una manguera muy larga. Quiero algún día poder decir Alcoyana-Alcoyana. En lo posible, que lo que merda sea Alcoyana, venga con almohada separada, cama separada y casa separada. También, dentro de la medida de lo factible, que venga separado, por lo menos de madre y esposa. Lo quiero con neuronas y parecido a George Clooney (o George en persona). Sé que con esto me vuelvo reiterativa, pero qué le vamos a hacer....cuando estás llegando a los 50, no sólo no te acordás dónde dejaste los lentes, las llaves, te llevás tampones en la cartera no sabés para qué, que además  pedís diez mil veces lo mismo, porque la memoria empieza a fallar...eso sí...el nombre George Clooney misteriosamente se te graba a fuego.
Quiero no ir y venir del dormitorio a la cocina, veinte veces, sin saber qué había ido a buscar.
Quiero  en el medio del living de mi casa,la estatua de Don Quijote de la Mancha, la de la 9 de Julio, para convencerme de que tengo un poco más de talento que algunos (con perdón de Andrés Tena)
Y por último, quiero dormir y despertarme mañana.